Comencemos con un refrán… “en casa del jabonero el que no cae, resbala”. Y el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, apareció en primera fila, el 10 de junio, en la marcha del orgullo gay, en Guadalajara.Viene a colación el dicho mexicano porque si el mandatario se unió a los manifestantes, por su lado en Palacio Municipal de Guadalajara colgaron banderas con los colores del arcoíris, emblema mundial de los movimientos lésbico, gay y transgénero.Las dos fuerzas políticas más representativas del Estado, la del alcalde Enrique Alfaro (Movimiento Ciudadano) y la del gobernador Sandoval Díaz (PRI) se hicieron presentes y puede afirmarse, se convirtieron en protagonistas.Es importante destacar un punto antes de seguir adelante: la manifestación de ese día, que al paso de los años está ganando carta de ciudadanía por perseverar en defender los derechos sexuales, merece tanto respeto como cualquier movilización pública efectuada, ya sea por la defensa del presupuesto de los hospitales civiles, o para exigir mayor seguridad.El punto no es el motivo de la marcha sino la presencia inusitada de funcionarios de gobierno: en el caso del gobernador Aristóteles Sandoval es, de hecho, el primero que abiertamente se une a esta causa.Alguien me preguntó, en un ejercicio irónico que arrancó más de una sonrisa: ¿Aristóteles en la marcha gay? ¿Qué viene después, va a acompañar a los ejidatarios de El Zapote a cerrar la Carretera a Chapala?La verdad es esta: el inquilino de Casa Jalisco, antes que ser mandatario es político. Imposible saber por qué no estuvo en las movilizaciones del orgullo gay en ninguno de los años anteriores de su mandato, pero lo que sí es fácil discernir ahora es que hizo acto de presencia, cortando listón y saludando con su amplia sonrisa, porque hay necesidad de recuperar la simpatía de todos los sectores de la población… las elecciones están a la vuelta de la esquina, a menos de un año de distancia.El priismo, ya se sabe, está en aparente desventaja en las encuestas que hasta ahora se han realizado en Jalisco. Pero quizá les infundió ánimo el triunfo de Del Mazo en el Estado de México. Lo primero, en previsión de elecciones, es retomar la cercanía con todos.Pero por encima de cualquier elección está la realidad, y entonces cabe preguntarse: ¿la administración de Aristóteles Sandoval se ha significado por la defensa de los derechos sexuales? El gobernador habló, al ser entrevistado, de asuntos como la solidaridad y el respeto al matrimonio igualitario ya avalado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero la realidad es que está lejos de promover agendas como, por ejemplo, la que tienen en la Ciudad de México, donde es gratuito y rápido el trámite para cambiar de sexo en el acta de nacimiento.En otros términos, entre decir que se apoya y hacerlo, hay distancia.Sólo por no dejar, consulté directamente al secretario de Desarrollo e Integración Social, Miguel Castro Reynoso, sobre los programas concretos que están dirigidos a jaliscienses que son miembros de la comunidad lésbico-gay. La respuesta no ha llegado.Lección para todos, gobernantes y gobernados: no basta con la solidaridad en tiempos electorales. Los tiempos (y las personas) piden congruencia y hechos todos los días.
