Ideas | ¡Aguantadores hasta la pared de enfrente! Por: Adolfo Martínez López 3 de septiembre de 2013 - 02:08 hs ¡Si eso tenemos es porque eso aguantamos!; ¡Eso sacamos por conformistas y agachones!; inicio este artículo con las expresiones arriba anotadas y que escuche en un autobús de los que prestan el servicio en nuestra ciudad, pero a fin de ubicarnos y lograr una mayor comprensión de la protesta que hago ante la actitud pasiva de nuestras autoridades que denuncio, veamos el ayer. Hace 75 años, pocas eran las líneas de camiones urbanos que prestaban el servicio en nuestra ciudad; una de ellas corría de la colonia La Perla al centro y más tarde al antiguo club deportivo Guadalajara que con su camión el “Solito” prestaba el servicio, era la línea Centro Colonias. Otra de las rutas la cubría la línea Analco - Belén a la que dieron en llamar “La fiebre Amarilla” por las muertes que causaban sus camiones que eran de ese color. Los camiones verdes eran los Mexicaltzingo – Mezquitan. Pero llegó el momento en que todos ellos quisieron subir el precio del pasaje y al no permitirlo la autoridad, idearon la siguiente treta: ofreciendo mejorar el servicio pusieron en circulación menos camiones a los que llamaron “de primera” y con ese truco hubo funcionarios ingenuos que les creyeron, autorizaron el aumento pero no pasaron ni 6 meses cuando en servicio ya no había camiones de segunda, solo los llamados de primera circulaban y así sin mejorar el servicio en lo más mínimo lograron el aumento en el precio del pasaje y ni entonces ni en los años siguientes se pudo lograr el respeto al publico. En el hoy, para lograr lo mismo, los camioneros hicieron lo mismo, ahora ya no los llaman de primera, sino autobuses modernos pero para nuestra desgracia a pesar de que en cierta medida son cómodos, amplios y limpios en ellos ya imperan los mismos vicios que tanto se critican en el gremio de los choferes, permiten subir hasta el doble del cupo normal, lo que origina que señoras, ancianos, mujeres cargando niños o personas chaparritas tengan que ir en pie o colgadas de las barras como si fueran changuitos cilindreros, otros más van colgados en los estribos semejando banderillas sin importar el riesgo que implica; la música que a todo volumen ponen los conductores, de la fuchilanga y el ojo de vidrio no se tiene respeto alguno. Hay actitudes que degradan y una de ellas es esta ¿o acaso nos hemos de conformar con el servicio que prestan teniendo derecho a un transporte de calidad y además eficiente? ¿o ya ha mermado la capacidad de protesta? ¿o ya de plano carecemos de energía para inconformarnos? Por eso insisto: quiérase a si mismo y si no le dan el servicio que se merece y que además lo paga, inconfórmese, proteste o no utilice el tan mentado servicio ya que además del mayor gasto, implica mayores molestias. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones