Más de una tercera parte de los nacimientos en los hospitales públicos de Jalisco se realiza mediante una cesárea, pese a las implicaciones dañinas para la salud de la mujer que esta operación conlleva, y contraviniendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).Este organismo internacional establece que lo ideal es que sólo entre 10% y 15% del total de partos sea de esta forma. Sin embargo, durante todo el sexenio, a 35% de las embarazadas atendidas en nosocomios que dependen de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) se les practicó esta operación que puede traer consecuencias como hemorragias, infecciones, complicaciones para el neonato, afectaciones para los embarazos futuros e incluso la muerte.De acuerdo con Sergio Fajardo, académico del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), este problema de salud pública debe revertirse porque incrementa cinco veces las posibilidades de muerte en el parto.La supuesta caída de la vejiga al tener un parto natural, el temor al dolor del trabajo del alumbramiento de este tipo y creer que la recuperación es más rápida con una operación, son algunas ideas erróneas que hacen que la mujer pida una cesárea que puede ser muy riesgosa si no está justificada. “Pareciera que estamos cambiando la vía normal de nacimiento en todo el país”, señala Sergio Fajardo, académico del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).“Uno pensaría que se benefician la mamá o el bebé, pero no, (la cesárea) no es la mejor vía para nacer. Las mujeres se crean un miedo al trabajo de parto porque va a sufrir el bebé o por otras razones. Está prevaleciendo que la mujer pide la cesárea al escuchar esos comentarios que están infundados y se vive un círculo vicioso que tenemos que romper”.Aunque hay criterios establecidos para que los médicos determinen si se necesita una cesárea o no, Margarita Mondragón, de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), coincide en que “estamos llegando al momento en el que varias pacientes deciden la cesárea y prefieren que se les programe a que se les deje el trabajo de parto”.Para Fajardo, otro de los factores que incide en el crecimiento de las cesáreas son las malas prácticas de algunos médicos.El académico detalla que algunos acceden a realizarlas porque la mujer se los pide, otros tienen una actitud a la defensiva ante las demandas legales y hay quienes quieren ahorrar tiempo para hacer otras actividades o incluso lo hacen por las ganancias económicas.“Se programa a tal día y tal hora, me desocupé y ya no gasté tanto tiempo. En un trabajo de parto por lo menos entre ocho y 10 horas se debe estar con la paciente. Una cesárea dura en promedio 60 minutos, entonces es muy práctico para ellos programar porque se festeja tal cosa, porque celebran esto”.Con respecto al aspecto económico, hace especial énfasis en que si las compañías de seguros hacen el cambio en sus políticas y cubren con más recursos los partos naturales, el panorama mejoraría.Sin tener ningún factor de riesgo para someterse a un parto natural, como obesidad o diabetes, a Carolina le practicaron una cesárea sin justificación médica.Debido a esta acción, a sus 25 años cayó en un shock hemorrágico; los doctores le retiraron su matriz para intentar salvarla, pero estas complicaciones le quitaron la vida.Los centros hospitalarios metropolitanos que encabezan las cesáreas son los Hospitales Civiles Fray Antonio Alcalde, Juan I. Mechaca y el de Zapopan.Hay incluso centros regionales como el de San Juan de Los Lagos, Autlán de Navarro y San Miguel El Alto, donde estos procedimientos quirúrgicos representan más de 40% de los partos.Para Sergio Fajardo, en el sector privado esta situación se agrava, ya que entre 70% y 80% de los nacimientos ocurre por vía quirúrgica, por lo que propone hacer auditorías y revisar uno por uno los casos.Entre otras posibles soluciones que ve para disminuir el abuso de estos procedimientos “alarmantes por las consecuencias que implican”, está la implementación de “programas educativos a las pacientes para informar a fondo de los riesgos de las mismas y evitar siempre la primera cesárea (en cada mujer)”.