Lunes, 29 de Abril 2024
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Internacional

Reviven en Estados Unidos una ley antiaborto de 1864

La medida adoptada en Arizona permite el aborto únicamente si la vida de la madre está en peligro

El Informador

La Corte Suprema de Arizona dio luz verde a la utilización de una ley que no se aplica desde hace mucho tiempo y que prohíbe casi todos los abortos, lo que altera drásticamente el panorama jurídico de la interrupción del embarazo en un Estado que probablemente tendrá un papel clave en las elecciones presidenciales.

La ley, previa a la creación del Estado, no contempla excepciones para casos de violación o incesto, y permite el aborto únicamente si la vida de la madre está en peligro. El máximo tribunal estatal insinuó que los doctores pueden ser procesados de acuerdo con la norma de 1864, aunque la opinión firmada por la mayoría de la corte no lo menciona de forma explícita.

La decisión anuló una anterior de un tribunal de menor instancia que concluía que los médicos no podían ser acusados por practicar abortos en las primeras 15 semanas de gestación.

La ley entró en vigor décadas antes de que Arizona se convirtiese en Estado el 14 de febrero de 1912. Una corte en Tucson había bloqueado su aplicación poco después de que la Corte Suprema de Estados Unidos emitió en 1973 su decisión sobre Roe vs. Wade, que garantizaba el derecho constitucional al aborto.

Cuando el alto tribunal federal revocó ese histórico fallo en junio de 2022, el entonces fiscal general del Estado, el republicano Mark Brnovich, solicitó con éxito que un juez estatal levantase la orden que bloqueaba la aplicación del veto de 1864. La Corte de Apelaciones estatal suspendió la norma, y la sucesora de Brnovich, la demócrata Kris Mayes, instó al máximo tribunal de Arizona a mantener esa decisión judicial.

El propio tribunal se amplió en 2016 de cinco a siete jueces, todos ellos nombrados por gobernadores republicanos.

El alto tribunal dijo que la aplicación no comenzará hasta dentro de al menos dos semanas. Pero los demandantes dicen que si los jueces confirman la prohibición que se remonta a antes de la creación del Estado de Arizona, podrían pasar hasta dos meses, en base al acuerdo alcanzado en un caso relacionado para retrasar la aplicación.

La ley ordena el procesamiento de “toda persona que proporcione, suministre o administre a una mujer embarazada, o que procure que dicha mujer tome cualquier medicamento, droga o sustancia, o utilice o emplee cualquier instrumento u otros medios, con la intención de provocar con ello un aborto espontáneo a esa mujer, a menos que sea necesario para salvar su vida”.

Manifestantes en la Marcha de Mujeres de 2022, que reclaman protección al aborto como derecho. EFEC. Guzmán

Aumenta la tensión rumbo a los próximos comicios

La decisión coloca el acceso al aborto bajo los reflectores en un estado crucial para los comicios presidenciales de noviembre y para el control del Senado federal.

Los demócratas criticaron de inmediato el fallo y culparon al expresidente Donald Trump de la pérdida del acceso al aborto, ya que nombró a los jueces que formaron la mayoría que acabó con el derecho nacional al aborto.

El presidente Joe Biden y sus aliados están haciendo hincapié en los esfuerzos para restaurar el aborto como un derecho, mientras que Trump ha evitado respaldar un veto a nivel nacional y advirtió que esta cuestión podría acarrear derrotas para los republicanos. La decisión dará a Arizona la ley contra el aborto más estricta entre los Estados reñidos más prominentes.

Kari Lake, una firme aliada de Trump opuesta al aborto, se medirá con Rubén Gallego, legislador demócrata en la Cámara de Representantes, por el escaño que ocupa en el Senado federal Kyrsten Sinema, quien no buscará su reelección para un segundo mandato.

El tribunal dio a las partes dos semanas para decidir si presentan recursos legales.

La gobernadora Katie Hobbs pidió al Congreso estatal que actúe de inmediato para anular la ley antes de que entre en vigor.

“Podrían presentar una moción para derogar esta prohibición”, dijo Hobbs el miércoles en el programa CBS Mornings. “Y deberían hacerlo. Tengo la esperanza de que lo hagan porque esto tendrá consecuencias devastadoras para Arizona”.

Pero los legisladores del Partido Republicano bloquearon un intento de forzar una votación sobre dicha medida el miércoles.

Y los votantes podrían dar su opinión en noviembre. Los defensores del derecho al aborto afirman que ya tienen firmas más que suficientes para añadir una pregunta a la papeleta para que los votantes decidan si aprueban una enmienda constitucional que proteja el aborto como derecho hasta la viabilidad, cuando un feto puede sobrevivir fuera del útero. Los abortos en etapas posteriores se permitirían para salvar la vida de la mujer o proteger su salud física o mental.

AP

Manifestantes antiaborto se manifiestan frente al Centro de Mujeres Acacia, en Phoenix. EFE/A. Dinner

Esperan avalancha de solicitudes

Adrienne Mansanares prevé una cascada de llamadas de pacientes de Arizona.

Es presidenta y directora general de la sección de las Montañas Rocosas de Planned Parenthood, que cuenta con clínicas que brindan servicios de aborto en Colorado, Nuevo México y Nevada. En su opinión, las clínicas deberían poder dar cabida a quienes buscan el procedimiento a raíz de una decisión de la Corte Suprema de Arizona.

“Ese es todavía un recorrido muy largo para que las pacientes vayan en busca de atención médica”, agregó, señalando que las clínicas ya han recibido a casi 700 pacientes de Arizona desde la anulación del fallo del caso Roe vs. Wade en junio de 2022.

Los médicos y directores de las clínicas dijeron que se registrará una avalancha por todo el suroeste y el oeste para los servicios de aborto a causa de la decisión del martes, que estableció que los funcionarios pueden aplicar una ley de 1864 que criminaliza todos los casos de aborto, salvo cuando la vida de la mujer está en riesgo.

“La gente va a tener que empezar a buscar fuera del estado”, indicó la doctora Maria Phillis, ginecóloga y obstetra de Ohio que también tiene un título en Derecho. “Este es ahora otro lugar adonde no pueden ir con seguridad para acceder a la atención”.

Además de las distancias potencialmente largas a estados como Nuevo México, California y Colorado, las pacientes que solían ir a Arizona desde otros Estados para la atención del aborto tendrán que ir a otro lugar, indicó Phillis.

Por otra parte, Arizona es el hogar de más de 20 pueblos originarios reconocidos federalmente, y es de esperar que las barreras sean más altas para las indígenas norteamericanas debido a los obstáculos existentes, como la prohibición desde hace décadas de la mayoría de los abortos en clínicas y hospitales administrados por el Servicio de Salud Indígena de Estados Unidos y una menor cantidad de centros de salud cercanos que ofrecen abortos.

Los viajes interestatales para abortar casi se duplicaron entre 2020 y 2023, según el Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que apoya el derecho al aborto. Las pacientes de fuera del estado representaron el 16% de los abortos realizados a nivel nacional, en comparación con el 9% en 2020, reportó el grupo.

Isaac Maddow-Zimet, científico de datos del Instituto Guttmacher, señaló que cuando las prohibiciones entran en vigor, más personas viajan a estados menos restrictivos o no restrictivos, pero “no todo el mundo puede” viajar.

Viajar puede suponer que los abortos se realicen en etapas más avanzadas del embarazo, ya que las personas intentan conseguir citas y pueden enfrentar plazos de espera obligatorios. Según los resultados de una encuesta periódica encabezada por la profesora de Economía del Middlebury College, Caitlin Myers, las esperas en varios estados se prolongaron entre dos y tres semanas en distintos momentos desde que se anularon las protecciones federales contra el aborto; en algunas clínicas no había citas disponibles.

Creen que las mujeres que tomen píldoras podrían ser procesadas

La Corte Suprema de Arizona insinuó en su fallo que se puede procesar a los doctores, aunque los jueces no lo expresaron de forma clara.

A la luz de este dictamen, los médicos están ahora sobre aviso de que todos los abortos, a excepción de los necesarios para salvar la vida de una mujer, son ilegales, indicó el fallo. Los magistrados destacaron que se podrían aplicar sanciones penales y reglamentarias adicionales a los abortos practicados más allá de las 15 semanas de embarazo.

En otros lugares con restricciones al aborto, algunas mujeres han obtenido píldoras tanto a través de redes informales de apoyo como de proveedores médicos en Estados que tienen leyes destinadas a proteger de procesos judiciales fuera del Estado a quienes receten los fármacos.

La doctora Maria Phillis, ginecóloga y obstetra de Ohio licenciada en Derecho, cree que las mujeres que obtienen píldoras por esos medios podrían ser procesadas en virtud de la ley de 1864. En todo el país, las nuevas restricciones al aborto no se han utilizado para procesar a mujeres en casos similares, y las medidas que se han introducido para castigar a quienes se practiquen abortos no se han adoptado.

La ley contempla penas de entre dos y cinco años de prisión para los culpables. Los abogados de Planned Parenthood Arizona indicaron que creen que las sanciones penales se aplicarán únicamente a los médicos. Pero las sanciones también se aplican al suministro de píldoras abortivas, el método más común en Estados Unidos.

Otros 14 Estados aplican actualmente la prohibición del aborto en todas las fases del embarazo.

Un veto casi total podría reducir drásticamente los cerca de mil 100 abortos que se practican cada mes en Arizona, de acuerdo con las estimaciones de una encuesta de la Sociedad de Planificación Familiar.

En otros lugares con restricciones al aborto, algunas mujeres han obtenido píldoras abortivas tanto a través de redes informales. EFE/A. Dinner

TELÓN DE FONDO

Es la piedra en el zapato en el camino de Trump a la Casa Blanca

Consciente de que la mayoría de estadounidenses está en contra de las políticas restrictivas contra el aborto, el expresidente Donald Trump (2017-2021) está llevando a cabo una maniobra política para intentar mostrarse menos radical, un movimiento insuficiente para blanquear su figura como el gran abanderado del antiabortismo.

En un paso calculado y programado, el virtual candidato presidencial republicano publicó un vídeo en su red Truth Social en el que descartó impulsar una prohibición a nivel nacional y dijo que la legalidad del aborto debería quedar en manos de cada Estado.

Afirmó que Arizona “fue demasiado lejos” después de que el tribunal superior del Estado emitiera un fallo que prohibía el aborto a menos que la vida de la gestante esté en peligro.

Estos intentos de suavizarse a sí mismo chocan contra su reiterativo mensaje en el que se jacta siempre de haber sido el facilitador (al nombrar jueces conservadores) de que el Tribunal Supremo  tumbara en 2022 la sentencia Roe vs Wade, que había protegido a nivel federal el aborto durante décadas.

En opinión de Thomas Whalen, profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Boston, el cambio de discurso es “un cálculo político” motivado porque está “preocupado” por Florida y por “algunos de los Estados indecisos”, en los que el aborto será “un tema crucial para decidir por quién votarán”, por ejemplo, las mujeres de clase media.

“Dado lo pequeños que son los márgenes en los Estados críticos como Míchigan, Wisconsin y Pensilvania”, para Trump “podría marcar la diferencia entre ganar y perder”.