Víctor Legorreta

El gran reto de los arquitectos es mejorar la calidad de vida de los habitantes y para ello es necesario plantear el crecimiento vertical de las ciudades, pues “los terrenos son cada vez más caros y tenemos que pensar en urbes más sustentables que tengan mayor densidad en menos espacio”, señala Víctor Legorreta.

Tanto la Ciudad de México, como Monterrey y Guadalajara han colocado su mirada hacia el cielo con la construcción de grandes edificios. “Las tres ciudades han tenido que pensar en el crecimiento vertical y lo están haciendo bien; el DF lo hizo un poco tarde y aquí están en buen momento de hacerlo ordenadamente, es un acierto. El siguiente paso es plantear soluciones de transporte público no solo para contaminar menos sino también porque habrá espacios con mayor densidad y las arterias viales se conglomerarían más”.

El arquitecto miembro de Legorreta + Legorreta, firma creada en 1963 que ha propagado en todo el mundo arquitectura inspirada “en los valores humanos”, justifica que en la primera etapa es lógico que las construcciones verticales sean para las élites, pues en las colonias de mayor plusvalía hay cada vez menos terrenos con mayor valor. “Pero no tiene que ser así, ahora en el DF hay departamentos de 80 o 100 metros que, aunque son chicos, tienen buen nivel y no son elitistas”.

Víctor Legorreta, quien recientemente diseñó una torre de apartamentos en la zona poniente de Guadalajara, explica que la firma siempre trata de hacer arquitectura que responda al lugar –“al clima, a la idiosincracia, a su cultura”- y que no pierda la perspectiva humana. “La gente debe sentirse a gusto, porque a veces se hace arquitectura para los arquitectos. Y no hay una fórmula de cómo debe ser, pero debe responder a la gente que vivirá ahí. Aquí descubrimos que la gente todavía disfruta los momentos de manera especial, todavía  buscan equilibrar la modernidad con la tradición, y esto lo reflejamos en los espacios de los departamentos”.