Domingo, 28 de Abril 2024

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Entretenimiento | Carlos Cortés

Vamos al Cine

El Oscar

Por: EL INFORMADOR

La sola conjunción de teatro y espectáculo justificaría la existencia del cine, a la vez diversión y entretenimiento, privilegiado por la preferencia de la juventud principalmente desde hace más de un siglo.

Su fiesta máxima y tradicional es la Entrega de los Oscares a quienes destacaron el año anterior en sus diferentes disciplinas. La antología del Oscar parte de la genuina inquietud de reconocer los méritos de las películas con sus temáticas y entrañas, desde los lejanos días en que sobre el Boulevard  Hollywood sobresalía el Hotel Roosvelt, en cuyo salón se conjuntó la crema del cine para homenajear el esfuerzo; que más delante habría de cobijar el Teatro Chino al que hoy sustituye el recinto Kodak.

Todo el glamour que sólo es capaz de reunir la industria cinematográfica, concentra la Noche del Oscar. Sí, porque el arte cinematográfico tiene el mérito incuestionable de su desdoblamiento en industria con dependientes en todo el mundo. Quizá sea esta, por encima de los méritos de artistas y creativos, la virtud que mantiene vigente al cine.

La Noche del Oscar irradia al mundo espectáculo incomparable de luz y sonido con la espléndida complementariedad de la televisión dentro y fuera del recinto Kodak, en su noche más galana y significativa del año. Y es que Kodak le debe al cine o el cine le debe Kodak, irrepetible hermandad; una y otro materia esencial de su existencia.

Cuando miles de barriles de tinta se han impreso sobre toneladas de papel y millones de televidentes otorgaron su tiempo al presenciar la entrega de los Oscares, sería necio comentar la fiesta, películas y sus actores, mucho menos sus espectadores. Es más congruente reflexionar sobre causas y consecuencias del arte y su industrialización que dan vida y sustento a millones de personas en el mundo a través de la producción, distribución y exhibición de acetatos concentradores de sueños, pasados y futuros, cobijados por la penumbra inimitable de la sala cinematográfica.

Dios nos guarde de la discordia.

Correo electrónico sicpm@informador.com.mx

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