Posa su mano en Cannes: Maradona, entre balones y reclamos

El astro argentino llega dispuesto a despertar la polémica en el certamen fílmico

Al donde llega es noticia. Diego Maradona pidió ayer a Dios “trabajo” para “sus argentinos” y dijo que está con la gente “del campo” por mucho que respete “a la presidenta”, Cristina Fernández de Kirchner, cuyo nombre no pronunció.
Así respondió a algunas de las preguntas que la prensa le hizo sobre su país y sobre Latinoamérica tras el primer pase de la película Maradona by Kusturica, en la que el director serbio habla de su trayectoria a veces común, cinematográfica, futbolística, ideológica y vital.

Esta cinta fue estrenada ayer por la noche; la obra del director y músico de rock se encuentra fuera de competición en el Festival de Cannes, para relatar igualmente la fulminante ascensión a la gloria del genial futbolista que fue “El Pelusa”, su caída brutal y su ejemplar renacimiento; la energía sin igual de quien era su ídolo y se ha convertido además en un gran amigo.

Maradona aparece en el filme de niño superdotado jugando con el balón, de buen hijo y buen padre, que se siente culpable por no haber cumplido siempre con sus obligaciones, cuando se drogaba; de charla con el presidente cubano, Fidel Castro, o participando en un acto multitudinario junto al venezolano Hugo Chávez.
Por supuesto aparece jugando al futbol y marcando repetidas veces sus goles mas gloriosos, cantando estupendamente y también ante todo aparece tomando partido, expresando sus opiniones.
Lo que le llevó a calificar la situación en América Latina de “preocupante”, porque “en mi país hay paro en el campo y se vive del campo”.

Manifestó que ahora “tenemos grandísimos problemas (en Argentina), pero todos sabemos quién es el culpable”. A la última pregunta, qué querría para Argentina, respondió de inmediato pero a la vez como dudando de su misma respuesta: “¿Un nuevo presidente?” Palabras que en seguida desmintió: “No, es un chiste”.

Habla de todo y contra todo

Pero la cinta no solamente trata sobre cómo su vida giró en torno a un balón. En cuanto a las abundantes declaraciones políticas que hace en el filme precisó que: “Cuando te haces famoso en el mundo ya no puedes hablar de los Estados Unidos, ya no puedes hablar de Bush y no por ser jugador de fútbol no se puede opinar de alguien que es un asesino”.
Desde ahí “le dimos sentido a la película, cómo lo vemos desde nuestra manera de ver, sin querer entrar a resolver las cosas, porque esto es muy difícil”, opinó.

Añadió sin embargo que “sé que hice cosas que no debía hacer”, pero ahora, aseguró, hago lo que tengo que hacer, me levanto y estoy con mis hijas. “Vine con Dalma y está llegando Gianinna”.

Para no dejar ningún tema sin tocar y reviviendo la eterna polémica, Maradona insistió en que él fue el jugador más grande del mundo, un punto de vista disputado por muchos seguidores del fútbol. “Le prometí a mis hijas que no hablaría sobre Pelé, pero bueno, no puedo evitarlo. Lo siento por él. Si yo no hubiera hecho todas las cosas malas que he hecho en mi vida, Pelé nunca habría podido llegar como el segundo detrás de mí, porque él se acostaba a las 10 de la noche, mientras yo todavía estaba afuera en los campos hasta las cinco de la mañana. Esa es la gran diferencia entre nosotros”.