Penélope Cruz alcanza la madurez

GUADALAJARA, JALISCO.- La forma en que interactuan Penélope Cruz y su mentor Pedro Almodóvar se ha transformado mucho en los últimos años. Al fin y al cabo, reconoce la musa del maestro español, ambos han pasado por muchas cosas.

“(Nuestra dinámica en el foro) está constantemente cambiando porque los dos cambiamos. Yo era una niña cuando lo conocí”, afirma la estrella de Volver y Los abrazos rotos, quien ha dicho decidió dedicarse a la actuación tras ver el trabajo del director manchego, a quien conoció a los 17 años.

“Pero siempre han sido experiencias bien positivas el trabajo con él. Me encanta trabajar con él y me encanta tenerlo como amigo porque Pedro es una persona con mucho sentido del humor y con una cabeza increíble”, añadió durante su estadía en Manhattan, Estados Unidos, donde se encontraba para cerrar el Festival de Cine de Nueva York mañana con Los abrazos rotos.

La cinta, que ya se presentó en España y los festivales de Cannes y Toronto, tendrá su debut en Estados Unidos por partida doble, pues el mismo día inaugurará en Los Ángeles el Festival Internacional de Cine Latino.

Un abrazo toro

En su trabajo más reciente al lado de Almodóvar, Penélope Cruz da vida a Lena, una actriz amada por el guionista Harry Caine (interpretado por Lluís Homar) y obsesivamente deseada por el poderoso empresario Ernesto Martel (José Luis Gómez), con quien se vio obligada a casarse, en una historia dominada por la fatalidad, los celos, el abuso de poder, la traición y un complejo de culpa.

“Para mí lo interesante es que pueda cambiar de género tantas veces seguidas (dentro de la misma película). Que estás viendo un drama y luego estás viendo una comedia y luego es un film noir; que te haga pasar por tantos estados de ánimo en dos horas”, expresó Cruz, quien ha trabajado con el realizador en cuatro ocasiones.

Sentada en un sillón de un piso 20 con las piernas cruzadas, la castaña melena suelta, un par de jeans y camiseta holgada, la actriz de 35 años, quien ha dicho sentirse como sacada de una película de Almodóvar, dijo no parecerse mucho a su más reciente personaje.

“La energía de Lena es bastante diferente a la mía”, respondió ante su posible similitud con las mujeres de Almodóvar a las que ha encarnado, más específicamente Lena o la Raimunda de Volver que le mereció su primera postulación al Oscar.

Ganadora del premio de la Academia a la Mejor actriz de reparto por su trabajo en la cinta de Woody Allen Vicky Cristina Barcelona, Cruz dijo que el reconocimiento le había hecho “muchísima ilusión” pero que no ha significado grandes cambios en su carrera.

“Yo creo que las cosas no cambian de un día para otro”, manifestó la actriz, quien se alzó con la estatuilla el pasado mes de febrero. “Creo que en los últimos años yo no puedo quejarme del nivel de los proyectos que me llegan. Y he tenido bastante suerte con eso”.

Nuevas sensaciones

Recientemente participó por primera vez en una cinta animada, G-Force, prestando su voz al personaje de Juárez, y próximamente se la verá en otra nueva etapa: Como bailarina y cantante del musical Nine, inspirado en la película de Federico Fellini 8 1/2 y llevado al cine por Rob Marshall.

“(Fue) una experiencia increíble”, dijo de este filme, que se estrena en diciembre. “Pasé mucho miedo, porque me daba mucho miedo cantar, era la primera vez”, añadió. “Pero tomé clases durante muchos meses”.

En esta cinta, que incluye un reparto de estrellas como Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard, Nicole Kidman, Judi Dench y Sophia Loren, Cruz hace el papel de Carla Albanese, una mujer italiana que vive una relación extramarital con Guido Contini, interpretado por Day-Lewis.

Para prepararse para este rol, Cruz tomó clases en Los Ángeles y luego en Londres de canto y actuación, además de estudiar el acento italiano. “Estábamos en un edificio (en la capital inglesa)”, relató. “Ibamos entrando de cuarto en cuarto para ensayar así durante meses. Pero eso fue muy bonito la verdad”.

Lo más difícil de esa experiencia ella misma lo explica con una sonrisa en el rostro: “Cantar y bailar a la vez. Y tener que llegar a hacer el número entero, todo seguido cantando y bailando. La primera vez que yo vi el número ... pensé que era imposible hacer eso. Y luego pues con la ayuda de la gente que nos entrenaba y mucho tiempo de practicar la verdad que la sensación cuando consigues hacerlo es increíble”.