MÉXICO.- Con el apoyo de la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), la obra "Memoria", la cual hace una reflexión acerca de la intolerancia, iniciará temporada el 24 de abril. Esta puesta en escena, cuya producción correrá a cargo de Moisés Zukerman, contará con la participación de Arturo Ríos, Lucero Trejo, Nailea Norvind, Georgina Rábago, Rodolfo Nevarez, Emmanuel Morales y Kimberly Pou, dirigidos por Enrique Singer. Uno de los propósitos de este montaje que será presentado en el Teatro El Galón, del Centro Cultural del Bosque, es mantener vivo el recuerdo del crimen masivo más grande en el siglo XX. Esto a fin de que sirva como lección a las futuras generaciones acerca de las consecuencias que la intolerancia, la xenofobia y el racismo pueden tener con los pueblos del mundo. "Memoria" es la historia del genocidio llevado a cabo por Adolfo Hitler y un grupo en el poder de la Alemania de las primeras décadas del siglo pasado. La puesta en escena comprende tres momentos del desarrollo del nazismo y varios monólogos obtenidos de juicios realizados a ejecutores nazis y sobrevivientes de los campos de concentración. El director Enrique Singer hizo la adaptación del texto a partir de tres historias que Bertold Brecht recogió de testimonios y noticias aparecidas en periódicos; del juicio realizado en 1965 en Frankfurt a guardianes de campos de concentración y que el dramaturgo Peter Weiss transcribió. Mientras que el tercer momento son los distintos episodios de narraciones testimoniales del escritor Primo Levi, sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, además de los propios acontecimientos históricos. Para el director Singer "debemos reflexionar acerca de eso porque me parece que el único antídoto contra la barbarie es la memoria, pues no sabemos hasta dónde nos pueda llevar la violencia hoy en día. Sucede que nadie se acuerda del pasado". "Esos genocidios se podrían haber evitado si hiciéramos un ejercicio de memoria, si hubiera una conciencia colectiva. Pero nadie se acuerda de ello. Pienso que la única manera de transformar el mundo actual es recordar", añadió. En la primera parte se recrea el momento en que se rebela el persecutor, el delator que no dudará en mandar al patíbulo o a quien recele o que simplemente le es antipático; el enfrentamiento de lo ético con lo inexorable, como el hecho de que un día cualquiera "un hombre será culpable de algo, tan natural como ser negro, indio, gitano, naco, protestante, socialista u homosexual. En la segunda parte, la elección individual es sancionada por el gobierno persecutor y hasta los más íntimos hilos de la relación humana son tomados de pretexto para que los seres humanos se vuelvan títeres. Por último, la relación sagrada que el Mandamiento ordena "Honrarás a tu padre y a tu madre",lo cual estremece cuando en su diálogo aterrorizado dos padres preguntan si su hijo no los denunciará por desobedecer el régimen. NTX, 21-04-08, PEPR
