Fuentes y su profundidad fantasmagórica

GUADALAJARA, JALISCO.- Un homenaje más. “ Carlos Fuentes y la literatura internacional. Una vida en una obra” es el título de la charla que ayer impartieron los académicos Steven Boldy, Ángel Esteban, Ricardo Gutiérrez-Mouat, Eduardo Lago y Juan Francisco Ferré, como parte de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.

Ángel Esteban señaló que el autor de Aura es un ícono e la anticipación, que solo algunos escritores del boom lo tuvieron. “No fue un visionario, si no un veedor, porque son los capaces de anticiparse a lo que sucederá en un tiempo”.

Otro elemento fundamental es que Fuentes logró la ambigüedad sin saber exactamente qué era, pero sí explicando la importancia que tendría para la literatura latinoamericana. “Logra brincar la mirada plana y describir con mayor ambigüedad lo que antes se definía claramente”.

De igual forma, es un adelantado porque tiene una visión continental de que habría un boom latinoamericano, pues “sabía que en estas tierras había todo por decir”, añadió Ángel Esteban.

Por su parte, Ricardo Gutiérrez Mouat, profesor de literatura latinoamericana en Atlanta y quien realizó el prólogo de las Obras reunidas relanzadas por el Fondo de Cultura Económica, habló del aspecto fantasmagótico que lo distingue del resto de hispanoamericanos.

“Es un hombre que incursiona en lo gótico. Pero siempre imprime notas personales y melancólicas, y a personajes como Drácula, los mexicaniza y les da vida ciudadana. Y es que el gótico exhibe las marcas de transculturización”, expresó.

Finalmente, en la obra del homenajeado por su 80 aniversario, los fantasmas se encarnan, “los tocamos y nos tocan, nos desgarran. Los cuerpos son polvo. Polvo enamorado de forma extraña y perversa. Fuentes se sobrepasa a sí mismo en el horror, el erótico y el horror”.

 
FCE reedita dos obras

Como parte de los festejos por el 80 aniversario del autor de Terra nostra, El Fondo de Cultura Económica presentó las obras Imaginaciones mexicanas y El espejo enterrado.

El espejo enterrado es un libro escrito en 1992, por los 500 años del descubrimiento de América, en el que Fuentes se revela como ensayista e historiador, y donde realiza una biografía de la cultura y de donde radican los elementos de la identidad, que no es una unidad, sino una imaginación compartida”, dijo Joaquín Diez-Canedo, fundador de editorial Joaquín Mortiz.

Por su parte, el escritor Julio Ortega habló de Imaginaciones mexicanas, que compila las obras Aura, Cumpleaños, Constancia y otras novelas para vírgenes, Instinto de Inez de Inquieta compañía.

“Carlos Fuentes es un mar impreso en movimiento al que se le puede leer con el tiempo como elemento central de su literatura. Y se puede entender desde lo que él llamó ‘La edad del tiempo’. Pero hay otra forma que se nos ocurrió para reordenar sus obras y es desde el presente. Las ordenamos desde el tiempo de la lectura, de manera que esta propuesta es una historia de la lectura”, expresó.