Entretenimiento | El corazón femenino puede ser tan fuerte como un acorazado y a la vez tan vulnerable como una rosa al afrontar el desamor, la ausencia, la espera y el abandono; temas que aborda la puesta en escena. Estrenan en Cenart el montaje El Espantapájaros Bajo la dirección de Nora Manneck, la obra expone el dilema de la ausencia humana, en especial la capacidad del corazón femenino ante las adversidades Por: EL INFORMADOR 1 de marzo de 2008 - 15:03 hs MÉXICO.- El corazón femenino puede ser tan fuerte como un acorazado y a la vez tan vulnerable como una rosa al afrontar el desamor, la ausencia, la espera y el abandono; temas que aborda la puesta en escena "El espantapájaros", estrenada anoche. Bajo la dirección de Nora Manneck, la historia ofrecida por la Compañía Teatral Festinatio estará hasta el 16 de marzo en el Teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes (Cenart). "El espantapájaros" es la historia de cuatro mujeres de diferentes generaciones, que incluye una niña, una joven, una madre y una anciana, que comparten algo en común: la ausencia humana. Para la directora del montaje, el tema "es una problemática existencial de la mujer, como es la ausencia humana, que experimenta a cualquier edad. Son cuatro vivencias pero se entrelazan de manera que puede leerse como un solo ente social". Aclaró que este conflicto en el alma también atañe a los hombres; sin embargo, quiso exteriorizar el lado femenino porque es el más difícil de entender, ya que los varones, por lo general, evidencian su estado anímico, lo que no hacen las mujeres con tanta claridad. "Me interesa mostrar ese miedo que de pronto tienen las mujeres en edad adulta y que no sabemos expresar, a diferencia de los hombres o los menores. "Lo simbolizo en la niña que, pese a la espera, decide satisfacer su necesidad de hambre, acto que también desean las adultas y que esconden; actitudes que separan a los hombres y mujeres y evitan la mejor convivencia", expuso. Es así como se detalla el sufrimiento de cuatro mujeres por el abandono y a la espera de sus hombres: La primera, la anciana, cuyo esposo nunca volverá; la segunda, una mujer campesina que esgrime la esperanza de que su compañero regrese y conozca a su hijo, que ya tiene ocho años. Por último, se vive el drama de una mujer que se desquicia esperando al novio con el que se casaría; y la ternura de una niña que lo único que pide es estar con su padre para comer juntos y comprar un vestido para su muñeca "Sofía". "Nos enfocamos en la ausencia en la femineidad, lo que a la mujer le falta, qué quiere; en el personaje de la niña se engloba de manera sublime este apuro del corazón", comentó por su parte Ireli Vázquez, interprete de "Milagros, La Niña". Dijo que "trabajamos a partir de necesidades, en la compañía los actores, como la sociedad en general, encontramos que todas tenemos una ausencia y queremos expresarla con todo y la fuerza que ella misma provoca". Por último, señaló que esta fuerza sustraída de la soledad conduce a una estancia plena, sin depositar la pertenencia en alguien más, sea papá. mamá, hombre, mujer o mascota. Vázquez, como sus compañeras de Festinatio, son egresadas de la Escuela Nacional de Arte Teatral del Centro Nacional de las Artes. Cuentan en sus tres años de existencia de igual número de puestas en escena más de su propia autoría. "El espantapájaros", obra que se presentará hasta el 16 de marzo próximo, es auspiciada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. NTX, 01-03-08, PEPR Temas Artes Escénicas Teatro Obras Lee También Gershwin revive en Guadalajara con una noche de jazz, danza y nostalgia ¿Cómo es el MUNAL, lugar de la polémica boda de Martín Borrego Llorente? Lugares imperdibles para pasar la navidad en Guadalajara Alondra de la Parra evoca a Gershwin en el Conjunto Santander Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones