El arte de informar exige un ejercicio de imaginación: Aristegui

CIUDAD DE MÉXICO.- Tras aseverar que el arte de comunicar exige un ejercicio de imaginación, la periodista Carmen Aristegui sostuvo hoy que con ello se equilibra lo que el comunicador cree importante y lo que el público tiene entre sus prioridades, en materia de gusto y necesidad informativa.  

Al tomar parte en la mesa de trabajo "El arte de informar I", en el marco del Homenaje Nacional a Carlos Fuentes por sus 80 años de vida, Aristegui compartió criterios y experiencias con Alan Riding, Marlise Simona y Sergio Muñoz Bata; presidió René Delgado.  

Antes, Delgado, presidente de la mesa desarrollada en el Centro Cultural Tlatelolco, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a donde se dio cita el festejado, se dijo feliz por la integración de periodistas de tan enorme talla y la asistencia del público, muy escaso pero conocedor.  

En una nueva jornada del homenaje al autor mexicano, Aristegui mencionó que la redondez de los 80 años de Carlos Fuentes sirven para revalorar su labor, en su vasta y vigorosa obra, lúcida como el mismo ensayista y diplomático aún ahora.  

Mencionó que su mirada aguda está puesta, permanentemente, en los asuntos públicos, la crítica y la información, tan regateada en los tiempos recientes, cuando en realidad debería ser cualidad abundante cuando de informar a la opinión pública se trata.  

Enfatizó que cada persona que trabaja en los medios de comunicación, en todo el mundo, "pone en práctica el arte de informar", la variante es el enfoque y el peso que cada medio otorga a determinada información, y puso ejemplos con los periódicos del día y hechos ocurridos en fecha reciente.  

Mencionó la detención de mandos de la policía federal, la situación de la economía, el petróleo e incluso el caso de la selección nacional del fútbol.  

"El periodista, sin horarios ni calendarios, atado siempre a la vorágine y al vértigo de los acontecimientos cotidianos, como lo citó Gabriel García Márquez, tiene, como reportero, el mejor oficio del mundo, aunque yo lo dudo. Pero, a fuerza de escucharlo y repetirlo, ya creo que él tiene razón", señaló la comunicadora.  

Advirtió, sin embargo, que en México el arte de informar tiene riesgos enormes, tan grandes como innecesarios, y se preguntó sobre la situación de la libertad de la comunicación o de los riesgos que corren quienes ejercen esta profesión.  

Dijo que existen "barreras", de cristal o concreto, que con regular frecuencia se levantan entre los comunicadores y la sociedad, lo cual obedece a intereses de muchos tipos, y de igual manera enumeró casos recientes.

"La diversidad, la pluralidad y la libertad de expresión se pueden ver seriamente afectadas  y ejemplos sobran", subrayó.  

Por su parte, Sergio Muñoz Bata, mexicano que vive en Estados Unidos y escribe en "The New York Times" y el "Times" de esa misma ciudad, ofreció una visión somera del periodismo que se hace en el país vecino del norte y el impacto que tiene entre la población de esa nación, y dijo que el panorama es desalentador.  

Explicó que los estadounidenses creen en los periodistas lo mismo que en los políticos, apenas un poquito más que en los vendedores de autos usados. Hoy, se vende la mitad de los ejemplares que se expendían en 1946, cuando compraban algún diario 36 de cada 100 ciudadanos.  

Por último, Alan Riding tomó la palabra para apuntar que "sugerir al periodista como artista, es aceptar que éste ofrece más imaginación que información", y acotó que él cree más en la "técnica" de informar que en el "arte" de informar.