El FICM 2013 arranca entre protestas

MORELIA, MICHOACÁN (18/OCT/2013).-Entre estrellas, protestas, glamour, pintas y sorpresas. La onceava edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) tuvo un arranque "como de película". Agitado. Con matices que mostraban los extremos de una misma realidad. Una jornada que fue coronada al final del día por la alfombra roja inaugural, que convocó a distintas figuras del ámbito del cine y los espectáculos.
 
La actividad en la capital purépecha comenzó desde antes, cuando integrantes del CNTE decidieron protestar en distintos puntos de la ciudad desde las 16:00 horas, tomando calles, plazas comerciales y salas de cine. Los miembros de la Coordinadora habían anunciado que boicotearían las actividades de arranque del evento, en especial, la función de gala de la película de Gravedad, de Alfonso Cuarón.
 
El Centro de la ciudad se vio congestionado por protestas de la CNTE, que enfocó sus baterías contra la familia Ramírez, dueña de la cadena Cinépolis, y promotores del FICM. Pero también hubo consignas contra la clase política, la Reforma Educativa e incluso la prensa nacional en general, a la que acusaron de quedarse callada e informar de forma errónea a la población.
 
La CNTE bloqueó el acceso del Cinépolis del Centro, recinto que suele albergar las funciones de gala y prensa del encuentro cinematográfico. El impacto fue calculado por la Coordinadora  Nacional de Trabajadores de la Educación en todo, excepto un detalle: El día de ayer, en ese cine en particular, el festival no tuvo actividades.
 
Paseo de estrellas
 
Por la noche, en Plaza Morelia, una de las nuevas sedes del festival, se llevó cabo la función de gala de la película Gravedad, misma que convocó a diversas estrellas de la farándula, la mayoría, emanadas de la Séptima Pantalla, aunque no faltaron los actores que solamente se dieron una vuelta a la capital michoacana, con la pura intención de ver buen cine. El Centro comercial se llenó de espectadores y periodistas, en una alfombra roja donde los empujones, los gritos y las luces del flash fueron las estampas de la noche.
 
Allí desfilaron Martín Altomaro, que sigue disfrutando de las mieles de haber protagonizado la serie Soy tu fan, de la que se dijo agradecido por toda la exposición que le ha dado. También llegó Adriana Louvier, quien está a punto de arrancar una telenovela en Televisa, y que confesó que asiste a Morelia con la intención de ver buen cine. Eso sí, ambos reconocieron que no llegan presentando ningún proyecto. Otros de los que desfilaron fueron Diana y Julio Bracho, Arcelia Ramírez, Carlos Cuarón, Alessandra Rosaldo, Aislinn Derbez, José María de Tavira e Iván Trujillo, éste último, director del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
 
Los que "partieron plaza" fueron Alfonso Cuarón, director de gravedad, y Eugenio Derbez, director de No se aceptan devoluciones, ambos, en el candelero del cine. El primero, gracias al éxito de Gravedad, cinta que ya se candidatea para la próxima entrega del Oscar y que se encargó de abrir el FICM. El segundo, porque su película sigue rompiendo marcas de recaudación en la taquilla nacional y la de Estados Unidos. Ambos aparecieron casi al mismo tiempo en la alfombra roja, y los dos se hicieron mutuas "reverencias" por su reciente éxito.
 
La jornada fue intensa, y sirve como vaticinio para lo que será el festival. El primero de diez días se fue, y lo que sigue, prometen los organizadores, será un prolongado maratón de cine.
 
Todo sea por el gran formato
 
Tradicionalmente, la inauguración del FICM se llevaba a cabo en el Cinépolis del Centro, o en su defecto, en el auditorio de la ciudad. Es por eso que llamó la atención que en esta ocasión, la elegida para abrir actividades fuera una plaza comercial, que está lejos del corazón de la ciudad.
 
Alfonso Cuarón se encargó de revelar el misterio de la sede, que poco tiene que ver con las protestas de la CNTE. El cineasta explicó, previo a la proyección de Gravedad, que su película requiere de pantallas en gran formato, con 3D, y  excelente sonido, algo que sólo se conseguía en Plaza Morelia, que cuenta con una sala 4DX

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ