''Biutiful'', un viaje al corazón del hombre

El Festival de Morelia se entrega a Biutiful

MORELIA, MICHOACÁN (17/OCT/2010).- ¿Qué es lo que empuja a un hombre en todas las direcciones, pero a la vez lo mantiene unido? Ésa es la pregunta que dispara Alejandro González Iñárritu en Biutiful, cinta protagonizada por Javier Bardem que ayer abrió el Festival Internacional de Cine de Morelia en su octava edición.

Enfundado de riguroso color negro y con el semblante alegre, Iñárritu llegó al festival acompañado por Javier Bardem, astro español que viajó ayer desde Oklahoma (Estados Unidos), donde se encontraba trabajando, para abrir el festín fílmico en territorio purépecha. “Es para mí y todo el equipo de producción un privilegio estar en esta hermosa ciudad (Morelia) inaugurando este importante festival. Yo me siento profundamente honrado de que Biutiful se presente hoy (ayer) y me siento más cómodo de poder compartir este momento con mi equipo de trabajo, que se ha convertido en mi familia”.

Iñárritu narra en Biutiful el viaje espiritual, moral y físico que emprende Uxbal para encontrar el equilibrio, algo complicado dadas sus contradicciones: Es un padre amoroso pero impaciente. Busca a quién amar pero aleja a quien le abre sus sentimientos. Nació con un don para comunicarse con los muertos pero cobra por hacerlo. Protege a los inmigrantes pero a la vez los explota.

“Biutiful es un trabajo de cuatro años, tiempo que nos tomó para encontrar la esencia precisa -explica Iñárritu-, es una historia de amor profunda, sobre un hombre que encuentra el amor y el sentido de la vida en los momentos más difíciles”.

Durante su encuentro con los medios celebrado ayer por la tarde, Iñárritu y Bardem estuvieron acompañados, entre otros, por Maricel Álvarez (protagonista femenina, en el papel de Marambra) y Rodrigo Prieto (cinefotógrafo de la película), además de autoridades del festival.

Los dos lados de un héroe

Aunque Javier Bardem se ha labrado la fama de ser un actor reservado y hasta cierto punto “frío”, ayer se mostró ocurrente y dispuesto a contar anécdotas. Lo primero que hizo fue confirmar el porqué ahora tiene Uxbal en su carrera, un papel al que le tuvo que “sufrir” para encontrarle el tono perfecto. “Creo que lo interesante para cualquier actor es poder trabajar personajes con dimensiones. Eso hace especial a Uxbal, que es un hombre que se mueve entre sombras y luces. Al principio puede ser difícil empatizar con él, pero nos vamos dando cuenta que es un ser humano más, con aspiraciones como cualquier otro”.

Honesto y sin rodeos, Bardem aceptó que Biutiful retrata la Barcelona (donde se desarrolla la historia) opuesta a la dibujada por Woody Allen en su Vicky & Cristina Barcelona. “La Barcelona de Woody Allen también existe, pero esa no existe sin la que muestra Iñárritu, se compaginan, se alimentan y se encuentran”.

El actor alabó además el espíritu perfeccionista del realizador capitalino, quien “puso cámaras en sitios de Barcelona donde nadie se había atrevido, creo que ha hecho un retrato muy justo de la ciudad. Puso el espejo donde a los españoles no se les había ocurrido”.

Bardem se tomó con gracia la pregunta si este trabajo es “el papel de su vida”: “No me gustaría que la gente me recuerde por este papel ¡apenas tengo 41 años! (risas). Quiero creer que aún vienen otros trabajos grandiosos por hacer. Uxbal representa algo muy especial en mi carrera. Fue extenuante y maravilloso a la vez”.

“Alejandro es uno de los mejores directores del mundo -anota el actor nacido en Palma de Mallorca- pero para llegar a ese nivel tiene que ser muy perfeccionista y duro consigo mismo. Y lo es. Es exigente con los actores, uno de los mejores directores de elenco que hay en el mundo y trabajar con él es una aventura hacia la verdad más medular en un trabajo interpretativo”.

Sobre la crudeza de su cine, Iñárritu asegura que no se considera un director de películas “duras” ni “críticas”. “Los temas lo escogen a uno. No estaba buscando escribir una cosa como Biutiful. Creo que soy bueno para el humor y la acción, algún día haré una película así”.

Por cierto

Alejandro González Iñárritu y el director estadounidense Terry Gilliam develaron la placa conmemorativa del octavo Festival Internacional de Cine de Morelia ayer por la tarde, en una sala céntrica de la capital michoacana.

El INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ RODRIGUEZ