Antonio Sánchez presenta su jazz marginal

GUADALAJARA, JALISCO (12/MAR/2013).- La improvisación en el jazz siempre es un reto para Antonio Sánchez, quien presentará en la ciudad su tercer material discográfico Nueva vida. En vivo será una versión diferente, que guarda apenas algunas rutas sonoras de lo que se grabó en el estudio, pues arriba del escenario el músico echa mano de los diferentes recursos que se ha formado gracias a la experiencia. “Siempre es bastante interesante ver a un grupo explayándose en vivo de la manera en que nosotros lo hacemos”. El baterista explica que Nueva vida es un proyecto que, “como dice el nombre”, implica que ha encontrado una nueva vida como compositor y como líder de grupo. El disco es parte de la cristalización de ese proceso que comenzó hace más de 15 años.

Es la primera vez que Sánchez, quien ya obtuvo un Grammy en 2003 por Mejor álbum de jazz contemporáneo, se aventura a componer todos los temas de su producción, ya que en los otros dos la mitad del material era suya y la otra mitad ajena. “Quería realmente hacer un esfuerzo en este disco y ver qué es lo que yo quería ofrecer como compositor, así que por eso es un disco bastante importante”.

Al observar que la gente considera que el jazz es una música “complicada, elitista y difícil de escuchar”, habla desde su experiencia, en la que ha tocado para públicos no tan acostumbrados a escucharla y de los que ha recibido una respuesta favorable. “Es música muy divertida cuando realmente te metes. Puedes ver lo fascinante que es la improvisación en vivo, que eso siempre es increíble una vez que uno pone de su oído y trata de ver qué es lo que está pasando en el escenario”.

—Con tal recorrido académico, ¿cuál es tu relación con la improvisación?

—Es una relación muy estrecha. Para poder improvisar libremente hay que conocer las reglas del juego y el haber estudiado por tantos años me dio las herramientas necesarias para poder hacerlo libremente.

—¿Qué papel juega la inspiración?

—Un papel importante, definitivamente, pero como artista profesional uno tiene que encontrar la inspiración a determinada hora, en determinado lugar, donde uno se va a presentar, así que es ahí donde entran en juego la experiencia y el conocimiento de tus propios recursos.

—¿Qué perspectiva tienes del jazz mexicano desde tu estancia en el extranjero?

—El jazz mexicano cuenta con exponentes realmente extraordinarios. La diferencia más grande de Nueva York con cualquier otro lado del mundo es la cantidad de gente de todos los rincones del planeta que se juntan en esta ciudad para hacer jazz, pero creo que hay una cantidad de músicos mexicanos mucho mayor que cuando yo vivía en México en los ochenta y principios de los noventa.

—¿Para qué sirven las nominaciones y los premios como el Grammy? ¿El jazz pude ser una expresión para masivos?

—El jazz me parece que no puede ser una expresión que llegue a las masas, porque el común denominador en estos tiempos es bajísimo en cuanto a calidad artística musical a nivel mundial. La gente está acostumbrada a oír muchísima porquería y los medios son culpables de difundirla y muchos artistas de crearla. Creo que tener un Grammy sirve para que la gente se dé cuenta del nivel en el que uno está, pero raramente se traduce en más trabajo o dinero, por lo menos en el jazz.

—¿La industria influye en la calidad y el tipo de jazz que hoy se crea?

—Más o menos. El jazz es tan marginal que la industria que lo apoya generalmente quiere integridad artística ya que muy poca gente se vuelve millonaria tocando o vendiendo este tipo de música, así que muchas veces los artistas tenemos carta blanca de parte de la industria para hacer lo que nos nace.

—¿Qué papel juegan proyectos como Tónica, al que ya has venido y al que ahora regresas con un concierto?

—Tónica lleva haciendo una labor de difusión de la buena música durante mucho tiempo. Es admirable la consistencia con lo que han hecho. Sara Valenzuela y Gil Cervantes son los responsables de que este tipo de música siga adelante en Guadalajara y en otras partes del país. Es un honor para mí ayudar a la causa a la par de ellos.

—¿Preparas algo especial?

—Para nosotros cada noche es especial y única pero para el público mexicano siempre trato de hacerlo extra especial.

—¿Quiénes te acompañarán?

—David Binney en el saxofón, John Escreet en el piano y Orlando LeFleming en el contrabajo. No se lo deben perder.

Antonio Sánchez & Migration / Teatro Degollado / Miércoles 13 de marzo a las 20:00 horas / Boletos de 150 a 450 pesos