Almodovar disfruta el rodaje de “Los abrazos rotos”

Durante su segunda semana de trabajo en la isla Lanzarote, el cineasta comenta sobre la empatía que ha surgido con el fotógrafo Rodrigo Prieto.

El realizador Pedro Almodóvar se encuentra en un momento de serenidad, mientras hace pruebas de cámara para su nueva película Los abrazos rotos .

Además aseguró estar en completa armonía con el director de fotografía, el mexicano Rodrigo Prieto.

El ganador del Oscar comenzó el proceso de filmación desde el pasado 26 de mayo en Lanzarote, una de las Islas Canarias que según las declaraciones en su diario cibernético tiene una “atmósfera hipnótica” que le aporta la “serenidad” que no sentía los días previos al inicio del rodaje. Asimismo, reiteró que este filme, protagonizado por Penélope Cruz es “la mayor aventura cinematográfica” en la que se ha embarcado, publicó la agencia Europa Press.

Estética fotográfica
El director manchego apuntó que la conexión con Prieto, nominado a un Oscar por su trabajo en Brokeback Mountain, es muy buena.

“Creo que es un buen augurio que tu director de fotografía te adivine el pensamiento”, afirmó en su blog.

Contó que ambos sintieron que al hincar por primera vez la cámara en la tierra negra de la isla -que según dijo tiene un “aroma indudablemente épico”- para el primer plano del filme, fue comparable con la foto de Rosenthal con los soldados americanos izando la bandera en la conquista de Iwo Jima. Almodóvar, recordó al también laureado director Clint Eastwood quien ha hecho varias películas de guerra y dijo que no descartaría del todo abordar ese tema.

“Me gustaría que fuera sobre un fotógrafo de guerra y los teatrillos que tendría que montar para dejar testimonio gráfico del horror”, dijo el realizador quien dejó claro que prefiere la ficción al género documental.

“Creo que la ficción es uno de los mejores vehículos para contar la realidad y para provocar las emociones más genuinas”, señaló al tiempo en que resaltó que necesita diariamente “dosis de ficción literaria, aunque no disponga de tiempo”, por lo que suele elegir libros ligeros cuando está en medio de algún rodaje.

No obstante, ahora ha hecho una excepción al engancharse al libro 2666 , de Roberto Bolaño, un libro de mil 119 páginas.

Sobre las pruebas de cámara con los actores, el cineasta explicó que le provocan “la misma excitación” que el rodaje en sí. “Disfruto fotografiando los reflejos de lo que se está rodando y creo que las líneas del rostro de Penélope son más armónicas cuando se reflejan en otra superficie que si la miras de frente”.

Por cierto
Los abrazos rotos se compone de varios géneros, sobre todo del drama con tintes de cine negro, thriller y algo de comedia.