Emerge economía de recesión, pero con claroscuros

CIUDAD DE MÉXICO.- Al cierre del primer trimestre del año, la economía mexicana está emergiendo de la recesión a un ritmo mayor al previsto, pero en medio de claroscuros, estimó la Confederación de Cámaras Industriales ( Concamin).  

En su reporte “Pulso industrial”, señala que los mercados financieros dan muestras de solidez y crecimiento, los principales sectores comienzan a registrar cifras positivas y repunta el empleo.  

En el frente externo aumentan las exportaciones, cesó la burbuja inflacionaria, las finanzas públicas siguen bajo control y las tasas de interés no han repuntado, argumenta el organismo al hacer un balance del primer trimestre del año.  

Al cierre del periodo enero-marzo, la economía nacional creció 3.8 por ciento respecto a igual lapso del año previo, en línea con la recuperación iniciada a partir de la segunda mitad del año pasado.  

Aclara que no es un repentino fortalecimiento de la economía en su conjunto, sino una recuperación paulatina apoyada por el efecto estadístico proveniente del bajo nivel de actividad en el periodo-base de comparación, el primer trimestre de 2009, justo cuando se presentó un retroceso de 7.9 por ciento.  

Esto significa que estamos frente a la recuperación de poco menos de la mitad de lo perdido hace un año. La reactivación constituye un aliciente, pero no debe ser motivo para lanzar las campanas a vuelo, señala.  

La recuperación no presenta un perfil generalizado, se concentra en las actividades y empresas exportadoras; el mercado interno sigue sin reaccionar favorablemente; no todos los motores de la economía se han encendido y el crédito fluye a cuentagotas.  

Además, el empleo temporal predomina en el mercado laboral; la inversión pública no ha logrado activarse; la construcción sigue a la zaga del proceso de reactivación; las reformas económicas siguen empantanadas y se mantiene una elevada dependencia del petróleo y de la economía estadounidense.  

Así, considera la Concamin, emergemos de la recesión a un ritmo mayor al previsto y en medio de claroscuros.  

Es necesario renovar las bases del crecimiento, mejorar la competitividad, reducir el costo-país, rearticular las cadenas productivas, fortalecer el mercado interno y lanzar una estrategia integral en favor de las pequeñas y medianas empresas.  

De lo contrario, advierte, dependeremos del avance inercial de la economía y seguiremos enganchados a los mismos problemas estructurales que han frenado la planta productiva, el mercado interno y la calidad de vida en los hogares.