Domingo, 12 de Octubre 2025
Deportes | América vencio al Puebla 3-2

Un Ochoa totalmente distinto

Para salvar al América, su portero se transforma en uno muy distinto al que jugó ante Honduras

Por: SUN

MÉXICO, D.F.- “¡Por qué no atajaste así en Honduras, ya van dos veces que pierdo por tu culpa!”, le gritó un iracundo aficionado a Guillermo Ochoa, mientras el arquero del América se encaminaba al túnel que lleva al vestuario del estadio Cuauhtémoc.

Y es que el Ochoa de ayer no se pareció en nada al del miércoles anterior en San Pedro Sula. Atento, con extraordinarios reflejos y una ubicación envidiable, el guardameta de las Águilas dio una cátedra de cómo se ataja, sobre todo durante la media hora final del primer tiempo. Lástima, Sven-Göran Eriksson, lo hizo un partido después.

Incluso, sacó a contramano aquel peligroso disparo de Ramón Núñez, el mismo volante hondureño que hace unos cuantos días desquició a la zaga tricolor, incluido el portero americanista.

Es cierto, los amarillos controlaron el encuentro durante varios lapsos, pero cuando el vendaval blanquiazul arrasó a sus 10 compañeros, Guillermo siempre estuvo listo para salvarlos, para mantener a flote una embarcación que por fin mira el puerto llamado Liguilla sin algún obstáculo.

El 3-2 sobre los Camoteros les permite ubicarse en zona de fase final por primera vez en varios meses.

“Para eso está Ochoa… Y si no, (Armando) Navarrete”, presumió Jesús Ramírez, director técnico del América.

“Tenemos a dos excelentes arqueros”.

Aunque el eterno suplente nunca ha regalado una tarde como la que el seleccionado regaló ayer. Detener el sólido frentazo de Alejandro Acosta (7’) y la malabarezca definición de Daniel Osorno (80’) era imposible, porque Memo contuvo todo lo que le fue posible.

“Memo anduvo bien, pero nos descuidamos y no lo podemos hacer con jugadores tan capaces como los que tiene adelante el América”, consideró Duilio Davino, líder de la zaga poblana. “Aprovecharon sus situaciones y su portero anduvo bien… Pudo ser para cualquiera”.

Cualquiera que contara con Ochoa en el marco. Claro, con la pulcritud de ayer, porque el que atajó con el Tricolor parecía un impostor. Pero el reclamo blanquiazul se equilibró con las loas americanistas.

Antes de ser increpado por la afición local, el tapatío fue vitoreado por la tribuna norte, esa que se tiñó de azul y amarillo, que confirmó la popularidad de las Águilas, un equipo que divide tribunas casi en cualquier estadio de México.

“El amarillo es muy chillante. Sí pega, deslumbra”, reconoció José Luis Sánchez Solá, entrenador de La Franja. “Espero que no se me desanime la gente, porque es la única pena que tengo. Lo demás es aprender…”.

Como a no jugársela en el mano a mano con hombres como Salvador Cabañas y Robert de Pinho. El Puebla pecó de avaricioso con el 1-0 en su favor. Buscó aumentar la ventaja, sentenciar el encuentro en el mismo primer tiempo. Su penitencia: recibir dos anotaciones amarillas en cuatro minutos.

“Estuvo bueno, pero tuvimos el 2-0 y luego varias veces el 2-2 en el primer tiempo, hasta que se rompió el barco por el 3-1”, lamentó Chelís, con la poca voz que le quedaba luego de desgañitarse en la zona técnica. “Y ya luego, con el 3-2 a la desesperada, le tiramos pelotazos al pelón (Acosta) a ver si bajaba uno, pero no se dio”.

Y cuando sucedió, ahí estuvo Guillermo, el mismo que no pudo contener a la artillería catracha unos días antes.

Eso explica la ira de la afición poblana, esa que también lo criticó tras el revés en Honduras, aunque no tanto como ayer, porque cada lance alargó el drama de un equipo que ve cerca la salvación, pero todavía no la cristaliza.

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