Sánchez y Jets van por la hazaña

CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.- Una razón que favorece  a los Cargadores de San Diego en el juego divisional ante Nueva York es que en el campo estarán dos quarterbacks que pueden derrotar a los Jets, su propio mariscal de campo, Philip Rivers y el novato neoyorquino Mark Sánchez.

Para nadie es secreto que Nueva York prefiere que el quarterback de origen mexicano no haga mucho por ellos y le piden no cometer errores para sustentar su ataque en un sólido sistema por carrera esperando que la defensiva pueda mantener al rival a raya sin permitir muchas anotaciones.

"La cosa para nosotros es conseguir que (Sánchez) haga cosas que lo lleven a cometer errores", dijo el entrenador de San Diego, Norv Turner.

Esa misión se habían fijado los Bengalíes de Cincinnati y no pudieron conseguirlo. Sánchez lanzó el ovoide 15 veces y completó 12 envíos para 182 yardas y una espiral de anotación.

La mala noticia para Sánchez y sus Jets es que los Cargadores son mucho mejor equipo que los Bengalíes y llegan al juego como claros favoritos con una racha de 11 triunfos consecutivos, la mejor de la NFL.

Este no es territorio nuevo para San Diego, que en el 2006 llegaron con 10 ganados consecutivamente antes de perder en la ronda divisional ante Nueva Inglaterra. Un año después llegaron con ocho ganados al hilo y nuevamente cayeron a manos de los Patriotas en el juego de campeonato.

El año pasado, una racha de cuatro triunfos consecutivos pusieron a San Diego en los playoffs, donde vencieron a Indianápolis antes de caer con los Acereros de Pittsburgh.

"Ya hemos estado aquí antes. En el pasado hemos sido el equipo favorecido para llegar al Super Bowl y no lo logramos", dijo el linebacker Shawne Merriman. "Nuestra mentalidad este año es completamente diferente, no queremos ver tan lejos. Esa ha sido la clave este año, mantenernos juntos y no adelantarnos a los hechos".