Match

Su imagen fue bañada por el reconocimiento internacional, las lámparas del Alamodome de San Antonio, Texas, iluminaban con brillantez intensa a la figura que recién terminaba por ofrecer una sorprendente ejecución de boxeo. 15 de noviembre de 2003, Marco Antonio Barrera venía de resolver una serie de corrosivos problemas contractuales, y de derrotar entre otros a su cliente favorito, Erik “Terrible” Morales.

Voces de expertos indicaron que no tenía sentido enfrentarlo a Manny Pacquiao, porque Barrera llegaba lento, la acidez contractual no le había permitido un completo entrenamiento.

Cascada de cuero, la humanidad de Barrera lucía más lenta que un paquidermo, Pacquiao le ganó en velocidad, en cada centímetro del cuadrilátero.

Victoria que lo catapultó pues, el filipino continuó su ascenso global enfrentando a púgiles mexicanos. Con Juan Manuel Márquez empató y ganó, aunque no pocos están ciertos que el mexicano fue objeto de dos claros robos. Ante el “Terrible” el oriental encontró la derrota, después se desquitó dos veces, y “Chololo” perdió decisión, pero en Manila, en el Coliseo Araneta ante alrededor de 18 mil aficionados.

Y lo increíble inició el seis de diciembre de 2008, apenas meses después de que Juan Manuel Márquez pusiera en predicamento al filipino; presentaron la pelea entre el paquidermo y el burrito, señaló oportunamente José Sulaimán, presidente del CMB, oséase, que Pacquiao no tendría nada qué hacer con De la Hoya, y le ganó, y se convirtió en un fenómeno, en una especie de extraterrestre, vamos en Superman, porque propietario de un físico pequeño, noqueaba en fila a boxeadores que trepaban al tinglado en pesos super welter o medianos, ya De la Hoya, también el inglés Ricky Hatton, y el puertorriqueño Miguel Cotto. Momentos en los que algunos reconocidos enterados empezaron a creer en la farsa. La puntilla la dio Joshua Clothey en marzo, en el estadio de los Vaqueros, en Arlington, Texas; el charolado no lanzó un golpe importante, parecía que le habían amarrado los brazos.

El 13 de noviembre en el mismo recinto, debemos esperar otra victoria de Pacquiao, es lo que seguramente tiene registrado en su bitácora el promotor de Pacquiao y Antonio Margarito, Bob Arum. Lo contrario sería sorpresa para bien del boxeo, y catastrófico para el negocio.

Mañana Omar Niño-Keb y Juanma-Rafael Marquez.
... Y por ahí estaré atisbando.