Malas noticias para Italia

El defensa y capitán de la Selección italiana de futbol, Fabio Cannavaro, quien milita en el Real Madrid, se lesionó durante el primer entrenamiento del combinado nacional transalpino tras su llegada a Austria, sede de su concentración para la Eurocopa 2008.

Tras apenas una cuarentena de minutos de trabajo de los italianos, en un entrenamiento seguido por unos cinco mil entusiastas aficionados, Cannavaro cayó al suelo tras un choque con su compañero de selección, Giorgio Chiellini.

Cannavaro, tras un primer examen “in situ” por parte de los médicos de la Selección, que se prolongó durante unos 10 minutos y con los integrantes del combinado nacional dando muestras de preocupación, fue trasladado en camilla a los vestuarios con evidentes gestos de dolor.

Tras una nueva revisión en los vestuarios, Cannavaro fue trasladado a un centro hospitalario, donde las primeras impresiones no fueron satisfactorias al estimarse que podría sufrir una fuerte distorsión en el tobillo izquierdo, sin descartar un problema más grave de hueso, lo que pone en seria duda su participación en la Euro.

A Cannavaro se le ha recomendado reposo durante las próximas horas, en espera que remita algo el hinchazón en la zona afectada y, con ello, poder ser sometidos a nuevas pruebas médicas que puedan evidenciar con mayor claridad el real estado de la lesión, y si puede o no estar en la máxima cita europea.

Ya buscan sustituto

De momento, como medida de precaución, en la Selección italiana ya se está pensando en la posibilidad de llamar a un jugador, para que viaje al retiro de Austria por si Cannavaro fuera baja definitiva.

La “squadra azzurra” había llegado pocas horas antes a su cuartel general durante la Eurocopa 2008, situado en la localidad de Baden, a 30 kilómetros de Viena, donde estarán alojados en el Hotel Schloss Weikersdorf, un palacete renacentista.

La llegada de la Selección italiana desató la euforia entre los aficionados con la asistencia de alrededor de más cinco mil espectadores al primer entrenamiento de los “azzurri”.

Banderas, pancartas y, sobre todo, muchas camisetas “azzurri” entre un público entregado, marcaban la tónica en las gradas del estadio, con continuos cánticos dirigidos a sus héroes.