La selección mexicana le apuesta al ‘futbol feo’

Ciudad de México.- Y el inconsciente termina por imponerse al discurso fabricado, estudiado, para defender la poco estética cara mostrada ante Belice.

Por más que Jesús Ramírez se esfuerza en resaltar lo valiosa que fue la victoria conseguida en Houston, no le queda de otra y admite que el Tricolor no buscará agradar a la tribuna si eso implica arriesgar el resultado.

“Esto no ha concluido y prefiero seguir jugando feo, digo no es que lo quiera, pero prefiero seguir cambiando un resultado, por algo que les agrade”, sentencia el director técnico interino de la Selección Nacional. “Obviamente, esta semana haremos algo por mejorar el funcionamiento y ojalá lo podamos lograr”.

Sobre todo porque el entorno del encuentro que se jugará el próximo sábado será distinto.

A pesar de que la afición de Monterrey se caracteriza por el apoyo incondicional que da a sus equipos, es una realidad que le exigirá más a los pupilos de Ramírez que lo hecho por quienes asistieron al estadio Reliant.

Y es que para muchos de los mexicanos que viven en Estados Unidos, el simple hecho de observar al Tricolor es motivo de alegría, sin importar el rival o el marcador del cotejo.

No obstante, el estratega advierte que México no cambiará, a menos que las condiciones del encuentro así lo requieran.

“A veces, las eliminatorias son más complicadas que un juego de Mundial, porque ahí sales a ganar y aquí a que no te equivoques”, explica. “Puede haber un descontento y está bien, pero —en el fondo— el cometido final era dar este paso para la siguiente fase y estamos a un cachito de hacerlo”.

A final de cuentas, agrega, nadie hubiera valorado un mejor desempeño de su equipo en caso de ser derrotado por el rival.

“Uno qué más quisiera que ganar por la cantidad de goles que se imagina”, manifiesta. “Pero, primero hay que ganar los partidos, porque eso es lo más importante”.

“Prefiero triunfar a que se juegue bonito”, complementa.

De hecho, se dice tranquilo con lo realizado durante el interinato, pese a que sólo se han tenido destellos de buen futbol.

Ramírez terminará esta etapa como seleccionador nacional envuelto en la bandera de no haber fallado en la misión.

“El objetivo que se me encargó era pasar esta fase, así es que estoy tranquilo, porque lo he hecho con toda la honestidad y el cariño que merecen los jugadores y la Selección, mi país”, sentencia. “Estoy feliz de la vida, más allá de todas las críticas, porque uno está expuesto a eso...”.

Así es que jamás se arrepentirá de haber enfrentado el reto tras el cese de Hugo Sánchez.

“La selección de tu país es lo máximo y por eso estoy acá”, expresa. “Quizá, lo volvería a tomar con el mismo riesgo”.