La Fórmula Uno es cuestión de familia

CIUDAD DE MÉXICO (01/NOV/2015).- Jalim Abraham Frangie y Jalim Abraham Galindo, son padre e hijo que además de sangre, comparten la afición por la Fórmula Uno y un apoyo incondicional al piloto mexicano Sergio Pérez.

Jalim Frangie, de 75 años de edad, cuenta que ha sido fanántico del máximo circuito del automovilismo desde hace 50 años, cuando Jim Clark era piloto de la escudería Lotus. Más adelante su apoyo cambió para la escudería Ferrari en los tiempos de Prost, Mansell y claro, Michael Schumacher. Sin embargo comenta que "cuando llegó 'Checo' Pérez con Sauber, ya nos pasamos a darle fuerza a México, igual que con Esteban Gutiérrez".  

Fue justamente la llegada del tapatío a la F1, lo que inspiró a Jalim Galindo, de 15 años de edad, a seguir este deporte que además le permitió más tiempo de convivencia con su papá.

Ambos confían en que a pesar de salir del noveno puesto, Pérez logrará remontar hasta subir al podio del Gran Premio de México. "Yo creo, por mi experiencia, que fue una cuestión de estrategia de Checo para cuidar sus neumáticos y confío en que logrará remontar hasta un tercer puesto. Seguramente lo veremos en el podio", aunque confiesan que creen en que el sitio más alto en la premiación será ocupado por alguno de los pilotos de la escudería Mercedes.

Para el señor Frangie el regreso de la Fórmula Uno a México también trae gratos recuerdos pues cuenta que hace 23 años estuvo involucrado en la organización: "En la segunda etapa en México me tocó ser organizador dentro del equipo de los señores Abed y ahora, con mi hijo, venimos a renovar la pasión por el autmovilismo. El evento ha estado muy bien organizado. Los que estamos conscientes de que hay que seguir una norma, lo hemos hecho y la organización está al 100. Solo es cuestión de obedecer la instrucción del gobierno".

Ellos han acudido los tres días del evento, desde el viernes a las prácticas libres, el sábado a la clasificación y este día a la carrera. Para llegar, padre e hijo han utilizando el Metro buscando no afectar al tráfico de la ciudad.

EL INFORMADOR/ PATRICIA GALLARDO