Iván apunta a lo más alto

GUADALAJARA, JALISCO (16/NOV/2010).- A sus 17 años, Iván García ya ha dejado una estela triunfadora envidiable. En este año el clavadista tapatío conquistó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud, realizados en Singapur. Su triunfo confirma los pasos que antes dio en la Serie Mundial FINA, los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez, y en categorías juveniles.

Iván manifiesta su hambre de gloria en la actitud durante los entrenamientos, en sus palabras y en los hechos.

Pero el aún adolescente no sólo es un deportista destacado, también es estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad del Valle de México, y se encuentra en el gran dilema de elegir el camino a seguir.
Por lo pronto ya tomó la decisión de concentrarse de lleno a la actividad de los clavados, para alcanzar sus metas de sobresalir en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y para clasificar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

“Estoy llegando a la conclusión de que voy a sacrificar un poco la escuela por dedicarme al deporte, porque es algo que no se puede hacer toda la vida, y la escuela sí”.

Iván piensa en cómo construir su futuro inmediato y tiene claro hacia dónde dirigirse.

“Así como la meta de un futbolista es ir a un Mundial, en mi caso sería ir a unos Juegos Olímpicos. Yo siempre he soñado con ser campeón olímpico, ya soy tercer lugar en la categoría juvenil, eso ya es una realidad, y mi próximo sueño es estar en los Panamericanos, ganarlos y asistir a Londres que es una de mis máximas aspiraciones, tengo todo para lograrlo, ya sería cosa de ponerle más dedicación”.

Pero el clavadista también se da tiempo para voltear hacia atrás y repasar los eventos que lo orillaron a elegir el deporte de los clavados, disciplina en la que México ha brillado en Olimpiadas con los nombres de Joaquín Capilla, Carlos Girón, Jesús Mena, Fernando Platas. Él tiene dos ejemplos a seguir: el australiano Mathew Mitcham y su compatriota Paola Espinosa, quien ya fue medalla de plata en los Olímpicos de Beijing 2008.

“Yo empecé porque cuando estaba en la primaria era muy travieso, me corrían de las escuelas y mis papás ya no sabían qué hacer conmigo, entonces me metieron a hacer un deporte para quemar mis energías, para que me cansara ahí y no en la escuela”, confiesa el también llamado “Pollo”.

“Recuerdo que empecé entrenando tres veces a la semana, estaba chiquito y lo hacía jugando, después me empezó a llegar más el amor por los clavados y cuando me di cuenta que tenía las cualidades, me hice una pregunta que nunca se me va a olvidar: ‘¿Sirvo para esto? Y si es así, lo voy a hacer bien’. Como a los ocho años dije: ‘si voy a hacer algo pues me gustaría hacerlo bien porque le voy a dedicar bastante tiempo, no me gustaría que fuera para nada’, porque a mí me gusta hacer bien las cosas, si no, pues ni perder el tiempo, al menos yo soy de esa idea. Me costó bastante trabajo responderme eso, pero llegué a la conclusión que sí era lo que quería, y de ahí en adelante no he descansado hasta lograr mis metas”, expone Iván.

“De chiquito siempre soñé con ser campeón olímpico, con ser el mejor deportista de México y del mundo, hasta ahora he cumplido algunas metas, y aún faltan otras más”.

Los clavados es un deporte de mucha disciplina en los entrenamientos ¿Dichas exigencias no te frenaron en tu deseo?

Al principio entrenaba tres veces a la semana, o sea, era un entrenamiento al día, y luego aumentó la carga con el entrenador cubano que tenía, pero como estaba chico yo, todo lo hacía jugando, nunca me cansaba, pero cuando empecé a entrenar dos veces al día, vivía un poco lejos del Code, y mis padres hicieron el sacrificio de cambiarse, por lo cual ahora puedo descansar más. Tomo muy en cuenta los sacrificios que han hecho ellos por mí, porque me pagaban mis viajes, antes salía a competir en diciembre a Canadá, pero como no era oficial tenía que pagar mis gastos, era caro, pero tuve la oportunidad de que mis padres pagaran y no los pienso defraudar.

¿Cuál es la sensación que has tenido cuando recibes tu medalla en el podio?
Cuando ganas es un sentimiento que no es muy fácil expresar, tienes bastantes emociones encontradas, al estar ahí es donde me doy cuenta que todos los años, horas y minutos que le he invertido tiene sus consecuencias, y el resultado fue que gané, fue mi fruto y ganar es un gran orgullo, porque no solamente gano yo, sino mis entrenadores y las personas que están detrás de mí. Esa es mi mayor motivación para no defraudar a toda esa gente que me apoya.

¿Cuáles son sus propósitos para el próximo año?
En este año que fueron mis últimos Juegos Olímpicos de la Juventud, estaba muy cansado y no tenía la suficiente fuerza para llegar a los clavados, entonces llegamos a la conclusión que lo único que me falta es fuerza, porque si la tienes, cuentas con técnica y por lo tanto te tiras el clavado. Hace como dos meses para acá hemos trabajado en la fuerza y lo haremos así hasta diciembre, porque estamos en una etapa en la que no hay competencia, porque de lo contrario estaría muy cansado con los ejercicios que hago. Puedo decir que esta es la etapa más fuerte del año, porque es cuando más me estoy exigiendo en los entrenamientos.

Esto del deporte es un modo de vida, porque tienes que dedicarle mucho tiempo, esfuerzo y hacer las cosas con gusto, porque si no va a llegar un momento en que te enfadas y ya no vas a querer seguir

Iván García, clavadista jalisciense.

Para saber
Iván García, quien cursa la carrera de Ciencias de la Comunicación, dice que otro de sus objetivos es ser reportero de deportes o conductor de un programa de televisión.