Domingo, 26 de Octubre 2025
Deportes | Previo al Mundial

El “Tri” convive con aficionados

La escuadra mexicana permitió la entrada gratuita al menos mil 800 personas, para que disfrutarán del entrenamiento vespertino

Por: EL INFORMADOR

MÉXICO, D.F.- La Selección Nacional cumplió con la gente de Valle de Bravo y Avándaro, a la que le permitió la entrada a su entrenamiento vespertino.

Cerca de mil 800 personas vieron lo que casi nunca hay por sus tierras. Una locura controlada, con buen comportamiento de la afición, y con 200 elementos de seguridad al tanto.

El show se lo llevó Mario Carrillo, auxiliar de Javier Aguirre, quien trabajó la ofensiva, mientras el “Vasco” lo hizo con los defensas. Aplausos y manotazos; gritos y más gritos del ayudante técnico, quien despertaba el alboroto de la gente; pocos lo conocen, pero igual disfrutaron del polémico “Capello”.

La gente tuvo que llegar temprano para iniciar con las filas que dieron acceso a las tribunas del Estadio Bicentenario La Capilla. Nueve de la mañana, minutos más minutos menos. El premio por la desmañanada fue un lugar en las tribunas para ver a sus ídolos. Aquellos que se levantaron más tarde quedaron fuera y tuvieron que buscar acomodo lejos de la acción.

El tema de la seguridad ha sido prioridad en la concentración. Calles antes de donde entrenaba el “Tri”, la policía (municipal y estatal) cerró los accesos para controlar la afluencia de gente. Retenes y más retenes, que prohiben el paso a la mínima orden.

El estadio -que alguna vez albergó a la Tercera División- tiene menos de un año de remodelado y fue reinaugurado por el Toluca, pero la visita de Cuauhtémoc Blanco, Guillermo Ochoa, Javier Hernández y compañía superó las expectativas.

Cualquier sitio era bueno para no perder detalle de un evento que quizá nunca se repita. Gente en las azoteas de las casas vecinas, colgados en las rejas que rodean el inmueble, cualquier sitio era bueno para no perder detalle. Ni el campanario de la Capilla de Guadalupe se salvó de ser utilizado como grada.

Para saber:
Terminados los ejercicios ofensivos y defensivos, los jugadores repartieron balones entre la gente como muestra de agradecimiento. Fueron tan pocos los esféricos que llegaron a las tribunas, que Óscar Pérez y Ochoa hasta regalaron sus guantes.

El dato:
La Selección cumplió al darle vida a una cancha casi desconocida para el futbol profesional y la alegría a un pueblo muy alejado de sus grandes figuras.

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