Atuendo futbolero

Envalentonado por su primera victoria en España con el Almería, Hugo Sánchez volvió a la diarrea verbal que con frecuencia lo mete en muchos callejones sin salida. Dijo que “desde hace tiempo” está listo para dirigir al Real Madrid, uno de los grandes equipos del mundo, donde él fue figura goleadora durante más de un lustro... pero como futbolista.

Manejar un vestidor de un equipo como el Real Madrid debe tener algunas diferencias que dirigir a Pumas, Necaxa o la misma selección nacional.

Entrenadores de cartel internacional como Fabio Capello, Vicente del Bosque o Bernard Schuster, aunque fueron campeones, no pudieron cumplir largos periodos porque las exigencias de la afición, de la prensa y sobre todo del vestidor no les permitieron seguir.

Hugo, que apenas empieza a picar piedra como entrenador en el futbol español, no esperó ni siquiera cumplir un mes para comenzar el festín de declaraciones que le espera a la ansiosa prensa de ese país, que le hará seguimiento diario porque finalmente el “Pentapichichi” es una buena pieza mediática para explotar.

La victoria en su debut con el Almería 1-0 sobre el Betis lo armó de valor y se lanzó con la frase dominguera: “Estoy listo desde hace tiempo para eso (dirigir a Real Madrid), pero estoy esperando mi momento”.

Luego lanzó un llamado de atención a la directiva del Madrid, para que no lo desaprovecha: “Tal vez no ha llegado aún (el momento), pero el presidente lo sabe (su interés en dirigirlo)”.

Y luego no le midió el tamaño a su lengua: “Ya saben que estoy en la Liga española y tal vez más de uno se esté arrepintiendo ahora por la desconfianza que mostró en su día”.

Sin recordar que su paso por la selección mexicana fue un rotundo fracaso (al no calificar a los Juegos Olímpicos ni a la Copa Confederaciones en 13 meses de trabajo), Hugo dijo que aunque se siente con toda la capacidad para sentarse en el explosivo banquillo del Madrid, acepta que tendrá que pagar “el derecho de piso”. Y claro se lo recordó ayer el Mallorca, al golear al Almería 3-1 en la Copa del Rey.

Pero antes del juego de ayer había declarado con la altísima autoestima que siempre ha tenido, que muchas veces lo saca de la realidad mundana de los demás mortales que habitamos este planeta: “En México he demostrado mi valía, pero aquí decían que no tenía experiencia en equipos de Primera División. Es un cliché. ¿Cómo no voy a tener experiencia en el futbol español si he sido de los extranjeros que más tiempo han jugado aquí y más logros han conseguido? Conozco mejor el futbol español que el mexicano”.

En la liga española apenas ha jugado dos partidos, uno en la liga (ganado) y otra en la Copa del Rey (perdido), pero aún así se considera un experto, a pesar de que los últimos diez años los había pasado entre Cancún, el Distrito Federal y San Diego, con algunas visitas a Madrid para visitar a la familia de su esposa Isabel.

Y pese a que apenas empieza a interiorizarse y que su debut fue apenas hace diez días, criticó a quienes dudaron de su enorme capacidad: “Lo que menos me gustó fue la desconfianza que había antes del partido en el entorno, pero cuando me relacioné con el juego me gustó la entrega y la predisposición de los jugadores. Noté que todo el mundo saltaba y estaba implicado. Los que jugaban y los que estaban en el banquillo. Había ansiedad, necesidad de ganar”.

Del júbilo de su debut pasó a la exposición de pretextos tan común cuando dirigió en México, luego de perder ante el Mallorca: “El juego ha sido muy difícil debido al intenso frío y el campo rápido. El 3-1 fue excesivo, más de lo que se vio en la cancha. Estuvimos bien, excepto en algunos despistes que nos costaron encajar (aceptar) goles. El resultado fue excesivo, más de lo que se vio en la cancha, no es definitivo, con un 2-0 en la vuelta nos vendrá bien para seguir”.

Las declaraciones de Hugo confirman que, pese a la marga experiencia de sufrir el peor fracaso de su carrera deportiva cuando dirigió a la selección mexicana, sus poses serán las mismas porque bien dicen que genio y figura, hasta la sepultura.