* “¡Magazo...!”

De entrada: tanto los dirigentes del Guadalajara como el propio Omar Arellano padre --flamante pastor del “Rebaño Sagrado”-- merecen el beneficio de la duda...

Sin embargo, es obvio que la designación del nuevo timonel del equipo más popular de México, resultó anticlimática. Propiciar que se barajaran los nombres de Salvador Reyes hijo, Fernando Quirarte y Sergio Bueno, entre los mexicanos, y Ronald Koeman, Hristo Stoichkov y Héctor Cúper, entre los extranjeros, y dar pie, durante una semana, a diversas especulaciones, para pronunciarse a favor de Omar, se pareció mucho... al desenlace de los trucos de Beto el Boticario.

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Por supuesto, es posible que el hijo de la “Pina” y padre de uno de los más interesantes prospectos no sólo del equipo sino del futbol mexicano, llegue a ser, con el tiempo y el ganchito consabido, un técnico con toda la barba. Sería insensato cancelar de antemano la posibilidad de que alcance a ser, incluso, de conformidad con la celebérrima letanía de superlativos que proclamó entre sus propósitos el actual dueño del juguete, “el mejor técnico del mundo”...

Hoy por hoy, empero, Omar es un aprendiz del oficio. Aventajado, quizás, porque tuvo el adiestramiento intensivo de vivir “desde adentro” una de las ligas más prestigiosas y competitivas del mundo --la española-- al fungir, durante algunos meses, como auxiliar de Javier Aguirre en el Atlético de Madrid. Pero hasta ahí... Su carrera profesional como responsable de un equipo, de hecho, comenzará a escribirse el próximo sábado, cuando las “Chivas” reciban al San Luis en el Estadio Jalisco.

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Esperar una semana a partir del cese de Efraín Flores, generó demasiadas expectativas. Puesto que la salida del zacatecano se veía venir a medida que transcurrían las jornadas sin que el equipo revalidara el espectacular 5-0 con que quitó lo invicto al Pachuca, en la octava fecha del Torneo de Clausura, era lógico que el relevo, antes de que se sumaran los traspiés ante Jaguares, Atlas y Tigres, ya se venía cocinando. Si Omar padre hubiera sido la designación lógica, el anuncio se habría hecho... el mismo día que se anunció el cese de Efraín.

Por eso, al margen del buen deseo de que el destape de Omar constituya una genialidad, lo cierto es que, de momento, la noticia del día se parece mucho --como ya se dijo-- al desenlace de los trucos de Beto el Boticario.