* ¡Hagan juego...!

Comer es una cosa; mascar chicle, aunque tenga cierta similitud, es otra muy diferente. Lo primero, amén de ser agradable, nutre. Lo segundo simplemente entretiene...

Obligado a mascar chicle; es decir, a “pajarear”, a voltear a veces hacia las competencias europeas --con el riesgo de hacer comparaciones y de llegar a la conclusión de que el cacareado “crecimiento” del futbol mexicano aún no le permite llegar a la cintura a los verdaderamente grandes--, a entretenerse a ratos con lo que buenamente le llega de la Copa Libertadores, o con los dimes y diretes relacionados con la Selección Nacional y su preparación para el Mundial, el aficionado tendrá, hoy y mañana, por fin, la oportunidad de comer: de romper el ayuno de los últimos días, con los primeros partidos de la “liguilla” del torneo doméstico; es decir, del verdadero campeonato.

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Los extras ya se fueron. Se quedan solos los verdaderos protagonistas de la historia.

En teoría, hay dos grandes favoritos: Monterrey y Toluca. En ese orden... El primero, por ser el campeón defensor y por haber visto por el espejo retrovisor, durante la recta final de la etapa clasificatoria, al resto de los competidores. El segundo, porque conserva buena parte del plantel, mucho de la solvencia futbolística y bastante del estilo que le permitió reverdecer varias veces en las últimas temporadas, los laureles que almacena en sus vitrinas.

El resto de los ocho sobrevivientes se encuentran en circunstancias muy similares entre sí. Si llegara a suceder --algo improbable, pero no imposible-- que el Pachuca dejara fuera de combate al Monterrey o el América hiciera lo propio con el Toluca, “Tuzos” y “Cremas” pasarían a ser, ipso facto, lo que no son ahora: serios candidatos a redondear la “chica”. Hoy, mientras tanto, uno y otro se limitan a ser, objetivamente, protagonistas circunstanciales de la “liguilla”; o, para decirlo con todas sus letras, viles “colados” en la fiesta.

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Los cuatro restantes (Chivas y Morelia, por un lado; Pumas y Santos Laguna por el otro), al margen de que dos de ellos tienen asegurado el boleto para las semifinales, están en esta fase del campeonato porque el sistema de competencia lo permite, pero --salvo el Guadalajara, antes de pagar el precio de ser el principal proveedor de materia prima para la Selección-- no han enseñado empaque de verdaderos aspirantes.

Como quiera... ¡hagan juego, señores!