Deportes | A propósito por Jaime García Elías * Frustración A propósito por Jaime García Elías Por: EL INFORMADOR 5 de febrero de 2010 - 06:31 hs Con respecto a las ilusiones de los ahora “Estudiantes” de trascender en la Copa Libertadores, la noche del miércoles, a la salida del estadio de la Autónoma, aún bajo el diluvio, pudieron haberse recordado los versos que también fueron evocados en León, hace varios años, al consumarse el segundo descenso del Atlas a la Segunda División: “Dichosa la novia que el sol alumbra; dichosa la tumba que el agua inunda...”. * Ayer, cuando dejó de llover y el sol volvió a brillar como acostumbra en estos pagos, hubo espacio de sobra para la especulación..., por tardía que fuera: “¡Si hubieran aplazado 24 horas el partido...!”. Imposible saber qué hubiese sucedido: de la misma forma como la cancha, en condiciones normales (húmeda, seguramente, pero no convertida en chapoteadero como ocurrió cuando la empresa televisora que transmite los partidos de la Copa Libertadores decidió que no había vuelta de hoja y que ese trámite debería cumplirse de cualquier manera el miércoles por la noche), quizá los “Estudiantes” hubieran tenido mejores perspectivas, cabría la hipótesis contraria: que el Juan Aurich peruano --que no es precisamente una colección de tullidos, como la célebre “Corte de los Milagros” de la novela de Víctor Hugo-- hubiera sufrido menos para acrecentar, como lo hizo, la ventaja que tomó una semana antes, en el partido de ida. Lo único seguro, de haberse entendido que la noche del miércoles era absolutamente imposible jugar nada parecido al futbol en esa cancha, es que hubiera sido preferible tomar medidas para que el partido hubiese sido normal. * El hecho consumado (“haiga sido como haiga sido”, que dijera la versión jalisciense del famoso Filósofo de Güémez) es que la esperanza que surgió del Torneo Interliga disputado a principios del año en canchas estadounidenses, se truncó a las primeras de cambio: sin que se cumplieran las consideraciones despectivas acerca del adversario que supuestamente sería la víctima... y se convirtió en verdugo. Ahora, a la frustración de que haya sufrido un doble tropiezo --primero en Chiclayo, después en Guadalajara-- un equipo que ha invertido creatividad, tiempo y dinero en el proyecto de cambiar su imagen, dejar de ser anodino y volverse trascendente, tanto en la competencia doméstica como en el terreno internacional, se suman los tres descalabros sufridos en otras tantas apariciones en la competencia doméstica. Bien dicen que “De que Dios da, da a manos llenas”. Temas A propósito Jaime García Elías Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones