Deportes | A propósito por Jaime García Elías * “¡Bomberos...!” A propósito por Jaime García Elías Por: EL INFORMADOR 2 de abril de 2009 - 03:47 hs México, desdibujado. Eriksson..., indefendible. Así, en cuatro palabras --con la venia de Don Fernando Marcos--, puede sintetizarse el episodio de anoche: la noche triste del “Tri” en San Pedro Sula. Por una parte, una ensalada amorfa e insípida: la antítesis misma de un equipo de futbol. Por la otra, un técnico con la brújula y la autoridad perdidas. * El retroceso fue notorio. El avance que acusó el seleccionado mexicano en el partido del sábado ante Costa Rica, en el Estadio Azteca, no pudo confirmarse ante Honduras. Y no fue, precisamente, porque la diferencia en la capacidad futbolistica del adversario fuera determinante. Fue porque el “Tri” careció de argumentos para traducir su dominio aparente de los primeros minutos, en ataques propiamente dichos. Fue porque el orden que mostró ante Costa Rica en el aspecto defensivo, anoche se perdió por completo. Magallón y López hicieron agua en la jugada del primer gol hondureño. Todos los zagueros se limitaron a ser espectadores de la vistosa jugada --recepción con el pecho y remate de volea al ángulo-- con que Pavón, poco antes del descanso, acrecentó la ventaja de los catrachos... (y demostró, de paso, por qué, a sus 35 años, sigue siendo titular en un equipo del futbol mexicano)... En cuanto al tercer gol, ahí los de blanco hicieron lo que los de verde no pudieron en todo el encuentro: hilvanar cuatro pases en el campo contrario, y culminar la acción ofensiva con una definición certera. * Desdibujado, desordenado, desangelado, inoperante por donde se le mire, el cuadro mexicano, en este momento, disputadas tres de las diez jornadas del hexagonal, está prácticamente con las manos vacías. Sus esperanzas distan mucho de estar muertas y sepultadas, desde luego. Sin embargo, es evidente que están seriamente comprometidas. Más allá de las declaraciones diplomáticas de los dirigentes tras el triunfo previo, es obvio que Sven-Goran Eriksson carece del respaldo de los aficionados, de los dirigentes... y lo peor: de sus propios jugadores. Prueba de ello, el desgarriate de los minutos finales. La tarjeta roja de Salcido y las amarillas --que debieron ser rojas-- de Nery y Vela, más la absoluta inoperancia de un ataque que no por tener más cantidad de piezas ofensivas ganó un ápice de claridad en ese aspecto, fueron claros síntomas de que la casa se incendia. Es hora, pues, de llamar a los bomberos. Temas A propósito Lee También * "Calaveradas" * "Oficio de vagos" * Escarnio * "Nazarenos" Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones