Sábado, 07 de Diciembre 2024
Cultura | El lugar está ubicado en la región de Madera en Chihuahua

Verifican antigüedad de la Cueva La Golondrina

Especialistas del INAH informaron que el espacio fue ocupado en 1000 d.C. y no en 1000 a.C. como se creyó en 1940

Por: NTX

El hallazgo cambia las cronologías que se habían determinado para este sitio arqueológico de Aridoamérica. EL UNIVERSAL  /

El hallazgo cambia las cronologías que se habían determinado para este sitio arqueológico de Aridoamérica. EL UNIVERSAL /

CHIHUAHUA, MÉXICO (16/AGO/2011).- El reciente descubrimiento de un piso de adobe al interior de la Cueva de La Golondrina, en la región de Madera, Chihuahua, indica que el espacio fue ocupado en 1000 d.C. y no en 1000 a.C. como se creyó desde 1940.  

El arqueólogo Eduardo Gamboa, director del proyecto para Preservar los Vestigios Arqueológicos de la Cueva de la Olla, dijo que el hallazgo se registró recientemente, al explorar La Golondrina, ubicada 400 metros de la primera, para estudiar los pozos estratigráficos que investigadores estadounidenses hicieron hace 71 años y que desde entonces quedaron al descubierto.  

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó en un comunicado que el descubrimiento se dio por los trabajos de conservación realizados con apoyo de la Fundación Kaplan, a través de la World Monuments Fund, que desde hace 10 años participa en la preservación de estas antiguas edificaciones al interior de cuevas.  

Con respecto a esto, Eduardo Gamboa comentó 'al realizar la limpieza de los pozos excavados por especialistas estadounidenses,  descubrimos que los materiales encontrados por ellos, como madera, cerámica y cuerpos momificados, fueron localizados en un contexto que no era precerámico, antes de nuestra Era, como ellos lo afirmaron.'  

'Son de época prehispánica, particularmente del denominado periodo agrícola, que se asigna para esta cultura (1000 d.C.), porque esos vestigios estaban sobre el piso de adobe y no debajo, por lo que corresponde a un lapso en que los antiguos habitantes de la cultura Casas Grandes ya usaban dicho material para construir sus viviendas', continuó la fuente.  

Así que se llegó a la conclusión de que La Golondrina fue habitada en los primeros siglos de nuestra Era, poniendo en duda y dejando al análisis de especialistas los vestigios antes dados por los investigadores estdounidenses, Seats y Leaster, que habían establecido a ésta como una de las ocupaciones humanas más antiguas de Chihuahua.  

Paralelamente al hallazgo de esta cueva, como lo definió Eduardo Gamboa, en los últimos 10 años se han catalogado cerca de 180 sitios de casas acantilado en las regiones de Madera y Casas Grandes, como resultado de temporadas de trabajo que van de dos a tres años por proyecto.  

Las casas de acantilado, explicó, son edificaciones de la cultura Casas Grandes (950–1660 d.C.) edificadas en el interior de los abrigos rocosos de la Sierra Madre Occidental.  

Asimismo, además del registro sistemático de estos espacios, se ha logrado trabajar en su preservación y en algunos casos en la instalación de señalización.  

'En este sentido hemos trabajado en la conservación de los sitios Cuarenta Casas, Huápoca, y las cuevas Grande y de las Rancherías, que se localizan en rangos de 30 ó 40 kilómetros al sur de Madera', expresó el especialista.  

Además añadió que la parte de la investigación de estos sitios se ha efectuando con recursos del INAH, mientras que con el Programa de Empleo Temporal (PET) se han efectuado labores de limpieza y deshierbe, y se han habilitado andadores, para la puesta en valor de estos lugares.  

De igual manera, Eduardo Gamboa destacó el descubrimiento de la Cueva de Las Jarillas, reportada en el siglo XIX por el noruego Carl Lumholtz, un conjunto de 25 abrigos rocosos con gran cantidad de casas acantilado y graneros.  

También señaló que se han trabajado los sitios de la región de Madera: Cueva Grande, Cuarenta Casas y Conjunto Huapoca, donde se consolidaron las cuevas, se habilitaron centros de visitantes, andadores y señalización, y se elaboraron planes de manejo para cada una.  

'Con un enfoque de carácter medioambiental y social, porque pensamos que no puedes conservar la cueva, si no conservas el medio', afirmó.  

Gamboa comentó que actualmente el equipo de arqueólogos trabaja en la conservación de Cueva de la Olla, uno de los sitios arqueológicos de casas acantilado de la época agrícola, una de las más importantes de Chihuahua.  

'Nos dimos a la tarea de enumerar los cuartos de la cueva y luego identificar qué trabajo de conservación es necesario en cada cuarto y en cada muro; en algunos casos es necesario hacer resanes, en otros inyectar grietas y en otros realizar excavaciones arqueológicas para descubrir los pisos originales', comentó Gamboa.  

'Entre otras cosas descubrimos la superficie de una banqueta debajo de la cual probablemente se encuentre un entierro humano, ya que era común sepultar a la gente en los pisos de las casas. Durante agosto quitaremos escombros y consolidaremos muros', explicó el especialista.  

Finalmente, el arqueólogo adelantó que se construirá un andador para que los visitantes puedan ingresar al interior de la cueva sin pisarla, y así evitar su deterioro.  

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