Lunes, 09 de Diciembre 2024
Cultura | En la muestra, titulada Soporte y Adorno, el continente es por una vez protagonista sobre el contenido

Una muestra en Viena reivindica el marco como una obra de arte

Es el argumento de una original exposición del Museo Liechtenstein de Viena

Por: EFE

VIENA, AUSTRIA.- Que el marco, más que un simple envoltorio, es una obra de arte o, aún más, que sin él la pintura que acoge no sería la misma, es el argumento de una original exposición del Museo Liechtenstein de Viena.

En la muestra, titulada "Soporte y Adorno", el continente es por una vez protagonista sobre el contenido. Más de 100 marcos y molduras sirven para contar la evolución histórica de un elemento que se presenta como complemento y no como subordinado de la pintura.

La exposición parte de la alta Edad Media, cuando lienzo y marco no sólo se complementaban sino que formaban una pieza única, esculpida en el mismo fragmento de madera. Con el desarrollo económico de los siglos XVII y XVIII, y el nuevo interés de la pudiente burguesía holandesa y alemana por el mobiliario y la decoración, el marco se hace más
sofisticado.

El desarrollo de nuevas rutas comerciales con Asia aportó también nuevos materiales, más exóticos.

La exposición del Liechtenstein muestra ejemplos de marcos que emplean el marfil, el carey, el ébano e incluso el terciopelo. Con el barroco y la explosión de la ornamentación, los marcos se hacen más lujosos y abigarrados para reflejar el estatus económico de sus propietarios.

Es la época de esplendor de este elemento, con los llamados "marcos trofeo", tan sofisticados que casi se le podría calificar como de "entorno escultórico" de los lienzos. Esas piezas tienen más de mueble que de simple marco y en su construcción se emplearon técnicas más cercanas a la carpintería que a la talla.

Es a partir de mil 800 cuando disminuye la importancia del marco como elemento independiente. Las galerías de arte y los museos comienzan a emplear un modelo de marcos estándar que se usa para todas las pinturas, independientemente de su tamaño, estilo y época.

La muestra, que puede contemplarse hasta el próximo 12 de enero, recoge piezas de los fondos propios de la Casa de Liechtenstein, así como de museos y colecciones privadas de Francia, Alemania e Inglaterra.

El Museo Liechtenstein alberga la colección privada de arte más importante del mundo y fue reabierto en el año 2004, cuando la colección regresó a la capital austríaca 66 años después de haber sido trasladada a Vaduz a comienzos de la II Guerra Mundial.

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