Una fiesta de cumpleaños con El Quijote en danza flamenca

GUADALAJARA, JALISCO (12/NOV/2012).- Veinte años de amor y dedicación a la danza flamenca se deben celebrar bailando. Por eso, la academia tapatía Zambra, fundada y dirigida desde hace dos décadas por Georgina Cota, presenta la función de gala Quijote, El Caballero de la Mancha.

El Teatro Degollado será el escenario en el que el bailaor de origen argentino Sebastián Sánchez hará el papel del caballero español creado por Miguel de Cervantes, mientras que la profesora de flamenco será la inalcanzable Dulcinea.

Bailarán además 60 alumnas de la academia Zambra “porque esto es una fiesta” expresó Georgina Cota, “y para llegar a 20 años no lo hice sola, sino como muchos apoyos”.

Fue justamente con el objetivo de que las aprendices de bailaoras de todas las edades pudieran participar en el espectáculo, que la maestra Cota realizó una adaptación de la obra creada por Ludwig Minkus para el Ballet Bolshoi de Rusia.

La manera de hacerlo, explicó, fue a través de la estilización, que es una de las cuatro vertientes del folclor español, la cual permite la fusión del flamenco con la música clásica y otros estilos: “a mí me gusta mucho (la estilización) porque es muy rica; es una exploración en que te puedes ir mucho más a fondo”.

La profesora se basó en gran medida en la música de Minkus para conceptualizar cada uno de los seis actos en los que está dividido el montaje dirigido por ella misma, donde la mitad de la música que se escuchará es clásica, mientras que la otra mitad es flamenca y en vivo: con guitarra, cante, percusiones y palmas.

Además, explicó Cota, escogió esta obra para celebrar los 20 años de la academia Zambra ya que quiso hacer algo distinto a las obras del género que normalmente se llevan a escena, como Carmen, Amor Brujo o Bodas de Sangre.

Georgina Cota comenzó a interesarse por el flamenco en 1974, cuando llegó a Guadalajara de su natal Mexicali. Tenía apenas 13 años, pero desde entonces la atrapó la fuerza y la pasión de la disciplina, “que una vez que conoces, entiendes y te apasiona”, dijo, “es muy difícil dejarla”.

En 1992 fundó la escuela Zambra, pues siempre prefirió la docencia que la difusión y el tablao, que es enorme el aprendizaje que ha adquirido preparándose para transmitir el conocimiento a sus alumnas.

“Mi vida yo no la concibo sin esto”, expresó Georgina, quien resumió estos 20 años como “una gran satisfacción y amor por la danza, por el flamenco”.  

Olé, bailaor

Si bien el panorama del flamenco se ha ampliado en la ciudad –a comparación, por ejemplo, de la época en que Cota empezó a aprenderlo— no es todavía una disciplina muy extendida en México. Por eso la profesora invitó a esta función de gala al bailaor argentino Sebastián Sánchez, pues era para ella impensable que el papel del Quijote estuviera representado por una mujer.

“Tenía ganas de invitar a una persona de peso”, contó Georgina, “y Sebastián se adapta perfecto porque tiene escuela clásica, lleva muy bien a toda la parte de la estilización, y al flamenco ni se diga”. Sánchez había estado anteriormente en Guadalajara impartiendo talleres en Zambra.

El bailaor comenzó sus estudios de danza en su natal Buenos Aires, donde después trabajó en diversas compañías. Luego viajó a Madrid donde estudió en la academia Amor de Dios, y en 2003 se fue a Barcelona para fundar su compañía Nuevo Tiempo.

“En Argentina hay mucha tradición sobre esto, hay mucha cultura española”, contó Sánchez sobre la manera en que se interesó por el flamenco.

“También estudié un poco de teatro, un poco de artes plásticas, y luego descubrí la danza y me atrapó mucho. Cuando vi por primera vez una clase de flamenco dije, ‘esto es para mí’”, abundó.

Sobre las cualidades que debe tener todo buen bailaor, Sánchez expresó que si bien la parte técnica es algo fundamental, la otra mitad del secreto está en la expresividad emocional del artista.

“Te pueden enseñar muchos buenos maestros, pero el bailarín se hace solo: arriba de un escenario es donde demuestra su fortaleza como artista”.