Cultura | Artes visuales Los grandes de la fotografía se desnudan El tiempo y la memoria es la presa que la mayoría de los fotógrafos, ya sean documentalistas, poetas o artistas, necesitan cazar Por: EL INFORMADOR 13 de diciembre de 2011 - 03:15 hs MADRID, ESPAÑA (13/DIC/2011).- Para Cartier-Bresson solo contaban los instantes, el resto se desvanece. El mesías del fotorreportaje, fallecido en 2004 a los 95 años, nunca buscó “la gran foto”, solo la encontró. “Robamos para luego dar”, confiesa un hombre que se define a sí mismo como un artesano de su oficio al servicio del único Dios de la cámara: el tiempo. Para la mayoría de los 33 maestros de la fotografía autorretratados en la serie documental ideada por William Klein Contactos -producida por el canal Arte y el Centro Nacional de la Fotografía francesa y editada ahora en España por Intermedio- el tiempo es mucho más que un reloj que marca las horas. La obsesión es común a todos ellos. El tiempo y la memoria es la presa que la mayoría de los fotógrafos, ya sean documentalistas, poetas o artistas, necesitan cazar. Lo explican con su voz en off en las piezas de 13 minutos que discurren sobre el fondo de sus propias imágenes. De Cartier-Bresson al propio Klein, a Raymond Depardon, Josef Koudelka, Robert Doisneau, Elliot Erwitt, Helmut Newton, Sophie Calle, Nan Goldin, Nobuyoshi Araki, Hiroshi Sugimoto, Jeff Wall, John Baldessari, Bernd y Hilla Becher, Andreas Gursky o Martin Parr. Dividida en tres bloques (La gran tradición del fotorreportaje, La renovación de la fotografía contemporánea y La fotografía conceptual), la serie rastrea el latido creativo de hombres y mujeres que prefirieron mirar el mundo desde el objetivo de su cámara. Cartier-Bresson era así de claro: ‘Si lo pienso, no sale’. Tampoco le gustaba el retrato (pese a que fue célebre retratista de Camus, Matisse o Beckett, entre otros muchos); le exigía más rigor que cualquier otra disciplina. ‘El entorno’, solía decir, ‘me importa tanto como el propio rostro’. William Klein, ideólogo de estas confesiones, recorre las ciudades de sus fotolibros -Nueva York, Tokio...- para afirmar que lo suyo es ‘una descarga de energía sensual y violenta’ o que ‘el azar hace una foto’. Lejos de ese golpe de calle, su compatriota Duane Michaels reivindica la verdad de los sueños: ‘Fotografiar la realidad es fotografiar la nada, lo esencial no está en la calle sino en las grandes emociones’. Testigos de la historia como el checo Koudelka (que se niega a explicarse a sí mismo, ‘no sé hablar, no me interesan las palabras’) o testigos de la intimidad como Helmut Newton, el mirón entre los mirones, que señala como una de sus sesiones favoritas una que recoge la presencia cómplice y burlona de su esposa y colega, Alice Springs. EL PAÍS Temas Fotografía Artes Visuales Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones