Cultura | El escritor participa en ''La crónica: enlace entre periodismo y literatura'' La curiosidad incesante de Sergio González Rodríguez El escritor participa junto a Gerardo Lammers en la mesa ''La crónica: enlace entre periodismo y literatura'' Por: EL INFORMADOR 24 de abril de 2013 - 16:28 hs Sergio González enfatizó que generar preguntas llevan al escritor a tratar de establecer un diálogo con fenómenos muy complejos. ARCHIVO / GUADALAJARA, JALISCO (24/ABR/2013).- Para Sergio González Rodríguez, la curiosidad permanente, las preguntas incesantes y los acertijos son elementos esenciales que refuerzan la vocación periodística en tiempos de escepticismo. "La idea de que tiene o guarda algún secreto o misterio es típico para los escritores, y para los investigadores más, puesto que siempre están rastreando preguntas y temas, buscando en dónde puedo encontrar algo interesante para contar, y eso viene del afán de preguntar. Fundamentalmente, el periodista y el escritor en general tienen que ver con esta pasión por preguntar y tratar de hacerlo lo mejor posible. Sin buenas preguntas es muy difícil que un texto se consuma, sobre todo en términos periodísticos, porque las preguntas nos llevan a plantear, primero, de qué se trata este problema, quiénes son los que están involucrados, por qué fue así, etcétera". El escritor participó, junto a Gerardo Lammers -quien presentó su libro "Historias del más allá en el México de hoy"- y a José Miguel Tomasena, editor de la revista Magis, en la mesa "La crónica: enlace entre periodismo y literatura", que se llevó a cabo en la cafetería de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, del ITESO. González afirmó que sin preguntas, él no hubiera podido investigar los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. "En esta medida, cada investigación tiene sus propias preguntas y su propia forma. Nunca se repite uno en el proceso de escritura". Dicha indiferencia hacia la repetición prosística la vio en el libro de Lammers, del que expresó que ninguna crónica es igual y hay una sorpresa de una a otra. "Cada crónica es distinta, no hay un procedimiento que pueda guiar como un formato todas las investigaciones o todos los textos, mucho menos los textos de creación. Nunca puede haber una repetición o un formato específico". Gerardo Lammers dijo que en el libro plantea una tesis en el sentido de que el cronista.puede llegar, en algunos casos, a convertirse en un provocador de situaciones. Comentó que algunas historias fueron calificadas por el escritor y periodista J.M. Servín como "Periodismo Gonzo", corriente periodística creada por el escritor estadounidense Hunter S. Thompson. "El cronista puede llegar a convertirse en un protagonista. Y esa situación que provoca puede hacer que aparezca un ángulo desconocido del personaje o de la situación sobre la cual se esté hablando". Sergio González enfatizó que se tienen que dar avances en la capacidad de generar preguntas, pues ellas llevan al escritor o periodista a tratar de establecer un diálogo con fenómenos complejos que acontecen en la vida pública, y cuando se tienen que enfrentar a las nuevas formas expresivas que son influidas por las nuevas tecnologías, la interconectividad y el desarrollo de la cultura. "Cada uno de los textos que uno concibe van teniendo una arquitectura, al menos así me la imagino mentalmente, de conexiones, de resonancias, de correspondencias secretas, a veces explícitas, que se van tejiendo para buscar una interlocución". Resaltó que lo más importante cuando se escribe periodismo, literatura, ficción o autoficción, es considerar al lector más importante que el redactor y el propio texto. "Yo siempre pienso que mi lector va a ser más inteligente que yo, de hecho lo debe ser. Y eso es lo que me obliga a mí a emplear la mayor calidad posible, el mayor esmero, el mayor cuidado para poder ahondar en el trabajo mismo de escritura, de modo que es un modo entre lectura, relectura, crítica y autocrítica mientras uno va elaborando una crónica, pero también un relato o una novela. No puede uno avanzar sin preguntarse '¿qué pensaría una lector de lo que yo estoy haciendo'". Para el también ensayista, recientemente ganador del Premio Casa América Catalunya a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, los medios de comunicación establecen el nivel de interlocución con sus lectores en el punto más bajo, lo que ha degrada la calidad comunicativa en la época contemporánea, ya que se privilegian contenidos de entretenimiento, diversión, pasatiempo, chisme y ruido, cuando debería de exigirse más esfuerzo de los lectores. "Tenemos que establecer la interlocución, así sea asimétrica entre los interlocutores, al más alto nivel para obligar a que los que están abajo se suban; no los que estemos arriba, por razón de privilegio, por razón de formación, bajarnos, sino al contrario: provocar que la gente suba su nivel en la medida que los que tenemos la fortuna de tener mayor formación, experiencia y conocimiento, les exijamos a ellos, y nosotros a sí mismos nos estamos exigiendo una mayor calidad". Dijo que el mundo contemporáneo enseña que sin un sentido de la transformación es muy difícil concebir la realidad, y por ello concibe la escritura de una crónica como un ejercicio intergenérico: "No basta el simple recuento, sea impersonal o en primera persona. Es necesario tener una multiplicidad de puntos de vista, voces, registros, donde confluyan la crónica, el reportaje, pero también el análisis, la presentación de datos, entrevista alternada con un relato cinemático...". EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI Temas Literatura Periodismo Taller Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones