La alternancia del poder, el objetivo de la Revolución

GUADALAJARA, JALISCO (14/NOV/2010).- Los motores del movimiento de 1910 en México fueron la alternancia en el poder y el anhelo de un sistema democrático. A unos días de los festejos del Centenario de la Revolución, los historiadores se dividen ante la celebración, pero coinciden en realizar un ejercicio que permita repasar los hechos gestados antes, durante y después de la lucha.

El escritor Álvaro Matute comenta que es necesario recorrer completa la historia de México, revisando desde la Independencia y la Guerra de Reforma, hasta la Revolución.

De las conmemoraciones del Centenario de la lucha de 1910, el doctor en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comenta que es “partidario de que todo cumpleaños debe celebrarse, aunque la persona festejada no goce de cabal salud”, y apunta que “el festejo implica tener esperanza en la pronta recuperación porque no creo que apagar la luz y cerrar la puerta sea sano”.

Matute considera que su reciente libro titulado La Revolución Mexicana, actores, escenarios y acciones (Océano, 2010) busca ser una luz y una invitación para que la gente reflexione.

De la gran celebración de 200 años del inicio de la Independencia, el académico comenta que es notoria “la preeminencia hacia el Bicentenario. En primer lugar porque se cumplen el doble de años que en el Centenario. Además de que el punto de partida de la historia moderna de México es su Independencia”.

Otro punto distinto es el expresado por el escritor Juan Miguel Zunzunegui, quien es autor de La historia de una matanza por el poder (EMU, 2010).
“El objetivo de mi libro es no ser parte de los que conmemoran la Revolución, sino todo lo contrario; el planteamiento es que no hay nada qué conmemorar en algo que no fue una revolución sino una matanza indiscriminada de 25 años, que dejó gran cantidad de muertos y desplazados con el único fin de tomar el poder. Y si consideramos que 25 años de matanzas es algo que se debe conmemorar, eso ya está en cada quién”, afirma Zunzunegui.

El autor considera que en México jamás hubo una revolución, debido a que la lucha comenzada tras la caída de Porfirio Díaz “no poseía un proyecto de nación ni pretendía cambiar las estructuras económicas, políticas y sociales del país, simplemente aspiraba a que alguien más llegara al poder”.
El profesor de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Mario Aldana, afirma que es necesario “recordar” el Centenario porque el siglo XX, “con todo lo bueno y lo malo, es producto de la Revolución Mexicana; así como las reformas, ventajas y desventajas, lo bueno y lo malo de este siglo se origina en dicho movimiento”.

El origen

En algunas versiones sobre los hechos históricos que sucedieron en México y que se enseñan en las escuelas, “se ha planteado como mito que la Revolución es culpa de Porfirio Díaz y en realidad, si uno estudia la historia a detalle, veremos que Díaz renunció sin ningún problema a la presidencia en mayo de 1911. Y sí el movimiento lo comenzó Francisco I. Madero en 1910 para quitar a Díaz, el cual renunció en mayo de 1911, ¿por qué no acabo ahí la Revolución?”.

El problema, según Zunzunegui, surge cuando todos los personajes que apoyaron a Madero lo desconocen como Presidente de México y cuando Victoriano Huerta da un golpe de Estado.

Por su parte, Aldana Rendón señala que el movimiento de 1910 tiene su origen en los levantamientos obreros de 1906 y 1908, así como los ideales del Partido Liberal, presidido por Ricardo Flores Magón, quien se considera el ideólogo de la Revolución.

Los personajes

Álvaro Matute señala que es necesario rescatar el legado de los implicados en la lucha, que el próximo 20 de noviembre cumple 100 años de su inicio. Agrega que “todo se centra en el iniciador, Francisco I. Madero, y en la popularidad de Emiliano Zapata y Francisco Villa, quienes han opacado a todos los demás, pero en mi publicación intento rescatar a figuras centrales como Carranza y Obregón, y otras menos conocidas como el general Felipe Ángeles”.

En el título La Revolución Mexicana: actores escenarios y acciones también se pone en la mesa situaciones distintas, relacionadas con la cultura, como el Ateneo de la Juventud como centro de estudio y asociación civil.

“De mis actores destacados están los escritores y pintores que formaron parte de esta generación y pongo un énfasis especial en figuras como José Vasconcelos, Diego Rivera y Enrique Sureña”, resalta Matute.

Afirma que ese grupo dio paso al nacionalismo y se le considera como una generación de ruptura y de cambio. “Con la Revolución, ese nacionalismo tiene un avance muy fuerte en todos los diferentes lenguajes, por ejemplo en la literatura, pero sobre todo en la pintura y en la música con autores como Manuel M. Ponce”.

El historiador de la UNAM apunta que en Jalisco resalta la labor desempeñada por el general Amado Aguirre.

Aldana Rendón se suma a la tarea de mostrar a los implicados de Jalisco en la lucha y en los próximos días presentará un título editado por la UdeG, en el cual figuraran los participantes locales.

Para el autor de La historia de una matanza por el poder es importante que se cuente la verdad de los hechos, porque el movimiento de 1910 no fue una revolución social que fue peleada por las élites aristócratas.

Puntualiza que “si México tuvo una revolución social, ésta fue un fracaso porque el país dista mucha de ser una nación con justicia social”.