Domingo, 05 de Mayo 2024
Cultura | La vida de una joven casada con un militar francés en el tiempo del Segundo Imperio

'La Mariscala', una historia de amor

Guadalupe Loaeza y Verónica González convierten a Josefa de la Peña es el personaje de su más reciente novela, una obra escrita a cuatro manos

Por: EL INFORMADOR

Guadalupe Loaeza (foto) y Verónica González indagaron en 90 cartas enviadas a Josefa de la Peña para contar su historia. EL INFORMADOR / ARCHIVO

Guadalupe Loaeza (foto) y Verónica González indagaron en 90 cartas enviadas a Josefa de la Peña para contar su historia. EL INFORMADOR / ARCHIVO

GUADALAJARA, JALISCO (08/SEP/2015).- A cuatro manos, Guadalupe Loaeza y Verónica González Laporte se dieron a la tarea de escribir una novela acerca de un personaje femenino del siglo XIX mexicano que, olvidado, ahora podrá ser recordado por los lectores en “La Mariscala” (Planeta, 2015), donde se cuenta la vida y milagros de Josefa de la Peña quien, con apenas 17 años de edad, se casó con el mariscal Achille Bazaine, militar que durante la intervención francesa llegó a ser el hombre más poderoso del país.

La historia rescata la pasión entre dos personajes que se conocen durante una época incómoda para nuestro país, la era del Segundo Imperio Mexicano, y encuentra su sustento en la enorme correspondencia que sostuvieron estos personajes, cuya boda fue apadrinada por los entonces emperadores de México, Maximiliano y Carlota.

Para Loaeza, “hay proyectos con los que uno tiene cita, siento que vienen a ti, y éste nos esperaba juntas, porque no en balde Verónica González estaba por terminar su primera novela, que también trata a una figura del siglo XIX (yo de alguna manera también había tratado esa época), se encontraba en Francia haciendo investigación sobre unos archivos, y me habla para contarme que le dieron acceso al archivo inédito de Bazaine, un enorme conjunto de documentos donde había más de 300 cartas de amor para Pepita de la Peña”.

Con el archivo a mano, “el proyecto fluyó muy bien entre las dos”, refiere la narradora, “Verónica traducía y me dictaba, hicimos muy buena mancuerna, porque nos divertimos, vibramos, sentimos, lloramos, sufrimos y nos enojamos, pero aprendimos mucho sobre la marcha; puedo decir que Verónica fue mi maestra cerca de un año y tres meses que duró este proceso, y aquí están los resultados”.

Una heroína


González Laporte coincide con Loaeza, se trató de un trabajo arduo para escribir una novela donde “el hilo conductor son las cartas, que permanecieron en la familia Bazaine por casi 150 años y, adquiridas por el Estado, fueron para mí como un regalo cuando los archivistas lo pusieron a mí disposición; hicimos una selección amplia —eran muchísimas— y Bazaine era un escritor nato, lo que nos da una primera voz cercana, y seguimos esa bitácora”.

Tras realizar la traducción, la selección final fue de cerca de 90 cartas y la secuencia cronológica “nos dio el hilo conductor para contar la historia, ya de por sí rica en experiencias para la Mariscala, que se convierte en una heroína de época y va a rescatar a su marido de la cárcel; pero también el contexto político es fascinante, porque permite comprender lo que está sucediendo en México y el por qué de la presencia de Maximiliano y Carlota en México. Por eso se consultaron otros numerosos archivos y correspondencias en Austria, Bélgica, Francia y aquí, que nos dieron una perspectiva para enriquecer la novela”.

En esta circunstancias, el reto fue discriminar la información “hacerla fluida y accesible; no era la idea hacer un ensayo histórico, sino un libro que divirtiera tanto como nos habíamos divertido nosotras al escribirlo”, establece González Laporte, “hacerlo liviano en la medida de lo posible”.

Apreciar la historia

De acuerdo con la historia, Josefa de la Peña resulta a la luz de hoy un personaje de leyenda, una mujer que casi niña se casa con un hombre maduro, francés, militar y poderoso; sale del país acompañándolo y vive a su lado el juicio por el que le condenan para, después, ayudarle a escapar de la cárcel y seguirle al exilio, para terminar sus días en México, a donde regresó —con una hija— después de quedar viuda.

Y no sólo eso, “quisimos también poner un acento especial en el contexto político, sus aspectos incluso frívolos, pero que hablan de una época y ofrecen una perspectiva que permite comprender a un país que, tras tantas guerras, busca evadirse; en eso y otros detalles, podemos decir que la época actual coincide mucho con el siglo XIX”, destaca Loaeza.

Al final, un personaje admirable despierta la fascinación, “una heroína que es también una Malinche; desde la perspectiva liberal, es una traidora, un personaje controversial que vale la pena rescatar, porque la historia no podemos verla desde un sesgo o eliminarla. El desafío es apreciar esos aspectos que, después de todo, nos enriquecen como nación”, concluye González Laporte.

PERFIL

Letras desde el periodismo


• Guadalupe Loaeza es escritora y periodista. Inició su trayectoria periodística en 1982 y su trayectoria literaria tres años después; a la publicación de “Las niñas bien” —que ha vendido a la fecha más de 300 mil ejemplares— siguieron títulos como “Las yeguas finas”, “Mi novia la tristeza” y “Compro, luego existo”, entre otros de sus libros (que suman más de cuarenta).

• Verónica González Laporte (también periodista y escritora. Tiene una maestría y un doctorado en antropología por la Universidad de la Sorbona y ha hecho investigación en diversos archivos mexicanos y franceses sobre temas relacionados con el siglo XIX mexicano. Bajo el título de “El hijo de la sombra” publicó su primera novela, sobre la vida de Juan Nepomuceno Almonte, hijo natural de José María Morelos. “La Mariscala” es su segunda novela.

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