Juan Trejo: reconstruirse a través de otros

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2014).- La narrativa de Juan Rulfo o incluso libros de Roberto Bolaño como “Los detectives Salvajes” aportaron a “La Máquina del Porvenir” —galardonada con el Premio Tusquets Editores de Novela— las referencias para que el escritor Juan Trejo hiciera un retrato de México dentro del texto que presentará hoy en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Al igual que el protagonista de su relato, quien reconstruye su propia identidad a raíz de las historias que le han contado o ha visto, el español hace de nuestro país un lugar muy central de su novela a través de referencias como las antes mencionadas.  “Mi intención no era hacer un retrato de México, pero sí transmitir lo que ha aportado en otras historias”.

La trama se centra en Óscar, un joven que quiere reencontrarse con sus raíces tras el fallecimiento de su madre, con quien tenía más de diez años sin convivir. Durante su viaje busca saber quién fue su abuelo y su padre y cuáles eran sus sueños, por lo que descubre que su estirpe está llena de insatisfechos y visionarios.

Trejo explica que el personaje principal representa a una generación —de entre 30 y 40 años— seriamente desubicada a nivel mundial o al menos en Occidente, quienes buscan el significado de las cosas a su alrededor y no encuentran algo para guiarse.

Sobre qué tanto el mundo está insatisfecho, el autor de “El fin de la Guerra Fría” (2008) considera que existe una sensación del fin de los tiempos latentes, una época en la que parece que no va a haber un mañana.

Detalla que precisamente por eso el título “La máquina del Porvenir”, ya que porvenir para él es una palabra no tan mecánica como futuro, sino que es mucho más sugerente. “Dialogando con la novela es lo que me ha hecho entender, que vale la pena pensar, seguir soñando. Trata de eliminar también esta visión cínica y desencantada”.

Hay un momento en el que el protagonista asevera que él no puede explicar la historia de su padre separada de la suya. “El hecho de hacer que todas las historias aporten lo que quieran en el momento adecuado, que el hecho de que se vayan enlazando tengan un sentido”.

El autor, quien visita por primera vez México, dice que no trata de decir que la gente ya no sea creyente, sino que su valor moral o filosófico ha ido desapareciendo y poco a poco todo se vuelve una vida virtual.  

“No es más que una lectura de las cosas, no son las cosas en sí. Algo que el protagonista de la novela también acaba entendiendo, todo depende un poco cómo lo lees”.

FRASE

"Dialogando con la novela es lo que me ha hecho entender, que vale la pena seguir soñando".

Juan Trejo, escritor