Cultura | Martín Almádez Itinerario Los tianguis culturales Por: EL INFORMADOR 27 de abril de 2009 - 03:34 hs Un mundo de posibilidades se abre en los tianguis culturales. Como el conocer manifestaciones distintas y el encontrase con personas de intereses diversos. O bien, percibir a la ciudad y a sus espacios como un estadio tan ajeno al acostumbrado, que se vuelve uno nuevo. La Plaza Juárez, un fragmento de la avenida Chapultepec y otro más de la avenida México en su cruce con Américas, son los terrenos en los que se exhibe material cultural y artístico, que en muchos de los casos, sorprende por su inusual comercialización. En este contexto es común encontrarse sobre el piso, varios objetos que a la vista del paseante no representan más que un artículo, muchas veces viejo, descuidado, oxidado o incluso mutilado. La lista es larga y quizá interminable, en la que se hacen presentes libros, discos, indumentaria, muebles, objetos extraños sin función aparente, todo tipo de ornamentos, máscaras y cualquier bisutería de la que algún propietario anónimo no encontró mejor destino. Los encuentros y desencuentros con lo que ahí se vende marca un amplio panorama, de asombro e incredulidad, que para el visitante observador y parsimonioso el tianguis se le revela en paraíso vespertino, incontrolable por los hallazgos y surrealista por sus parroquianos. Entre lo registrado es común la aparición de algún ejemplar de la primera edición de Al filo del agua (1947) de Agustín Yáñez, que, entre tanto libro viejo asoma una parte de su portada, deseosa de ser abierta para encontrar en su primera página una dedicatoria digna de museo literario. O que decir de la caja de joyería, vacía por cierto, negra con líneas finas y doradas, casi con brillo aún, que en su parte inferior declara, con letra de puño, pertenecer a la esposa ya fallecida, de un exgobernador que aún vive. Y los cubiertos y la silla y el espejo, que en tiempos de la Cristiada fueron extraídos de un lugar no muy lejano de Catedral. No lo dice nadie ni se asienta en ningún sitio. Se conocen las imágenes por catálogos y descripciones que deja la historiografía y se desconocía su destino conforme a lo dicho por la hemerografía. Los tianguis culturales son espacios para la recreación, para el desencanto y para lo insólito. El mercado negro no lo define porque los valores que ahí se venden, en una mayoría sus comerciantes lo desconocen; sin embargo tienen su toque negruzco. Son al mismo tiempo terrenos para la explicación de lo que nunca en su momento se pudo explicar: desaparición de cuadros o venta de exposiciones completas, más cercanas a la censura que al gusto extremo por lo pintado. Y epílogos de intrigas familiares entre gente de poder, que sin mediar documento, los objetos hablan por sí mismos. Los tianguis culturales vistos desde la óptica de sus asombros, son verdaderos manantiales de información y aportación museística que bien valdría la pena su revisión, en busca de una realidad pública y privada. Temas Itinerario Lee También Este es el itinerario completo de la Romería 2024 Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones