Sábado, 18 de Mayo 2024
Cultura | El supuesto gesto de caballerosidad que hiciera el pasajero de primera clase fue irreal

Guadalupe Loaeza desmiente afirmación que hizo de su último libro

El supuesto gesto de caballerosidad que hiciera el pasajero de primera clase, Uruchurtu, en el que dio su lugar en el bote salvavidas a una mujer, fue un hecho irreal

Por: NTX

Cuando Loaeza se propuso escribir el libro comentó que no había encontrado un documento fidedigno que corroborara los hechos. ARCHIVO  /

Cuando Loaeza se propuso escribir el libro comentó que no había encontrado un documento fidedigno que corroborara los hechos. ARCHIVO /

CIUDAD DE MÉXICO (25/AGO/2012).- La reciente obra publicada por la escritora Guadalupe Loaeza, titulada "El caballero del Titanic", en la que se narra el acto heroico que realizó el pasajero mexicano, Manuel R. Uruchurtu, al ceder su lugar para así salvar a una mujer con un niño en brazos, cuando el navío se hundió, es una historia falsa.

El supuesto gesto de caballerosidad que hiciera el pasajero de primera clase, Uruchurtu, en el que dio su lugar en el bote salvavidas a una mujer que viajaba en segunda clase, la noche del 14 de abril de 1912, fue un hecho irreal.

En el portal de un periódico digital, la escritora mexicana, a través de un video, declaró que durante más de 30 años, los familiares del diplomático mexicano, especialmente Alejandro Uruchurtu, han dicho que Manuel cedió el lugar a una mujer llamada Elizabeth Ramell Nye, para salvarle la vida.

Cuando Loaeza se propuso escribir el libro y hacer la investigación correspondiente y que le llevó casi ocho meses, comentó a los descendientes de Manuel Uruchurtu, que no había encontrado ningún documento fidedigno que corroborara los hechos.

Sin embargo, Alejandro continúo insistiendo en que el hecho era real, "Ahora resulta que todo lo publicado en `El caballero del Titanic´ son puras mentiras, porque jamás sucedió la historia", mencionó.

Cuando la escritora fue a Estados Unidos a presentar su libro, en el Museo de Historia Natural de San Diego, en el marco de la exhibición de los vestigios encontrados del barco, que fue hallado en 1985, decidió contar la verdad.

Durante su traslado de México a San Diego, Loaeza leyó la biografía sobre Ramell, que acababa de recibir desde Londres, y en la cual el autor no refiere nada de lo que pasó ese 14 de abril de 1912.

No hay ninguna mención de Uruchurtu, explicó, por lo que al final de su presentación, desmintió la historia publicada en su libro.

En el acto, un periodista estadounidense le recomendó leer la carta que manda el autor de la biografía de Ramell, a la enciclopedia titánica.

En dicho texto se menciona que la historia, en la que uno de los dos pasajeros mexicanos a bordo del Titanic, Manuel Uruchurtu, en que se relata que éste cedió su asiento en el bote salvavidas, a la pasajera de segunda clase Ramell Nye, es un cuento conmovedor para el corazón de la caballerosidad de antaño, sin embargo, sólo hay un problema, no es una historia real.

Loaeza expresó que ante esta situación, no dudó en expresar la verdad, ya que en su familia se le inculcó dicho valor, prueba de ello es su declaración emitida, dijo.

Adelantó que en la próxima edición del libro "El caballero del Titanic", incluirá un prólogo en el que se especificará que se trata de una historia de ficción de una parte de la familia de Manuel Uruchurto.

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