Espino Barros, el testigo del cambio

CIUDAD DE MÉXICO.- Eugenio Espino Barros fue un fotógrafo que capturó al México de principios del siglo XX con una maestría pocas veces lograda. Su talento le permitió conocer cientos de lugares, posibilitándole, además, que presentara un proyecto al entonces presidente Porfirio Díaz.

Este artista de la lente nació en la ciudad de Puebla en 1883. A dos años de que se conmemorara el Centenario de la Independencia nacional, se dio a la tarea de retratar ese primer siglo de emancipación. Los historiadores señalan que Espino Barros se contagió de la euforia por celebrar el año de 1910 y consiguió el apoyo de empresarios para financiar su proyecto.

El resultado es el libro titulado México en el Centenario de su Independencia 1810-1910, que este año es reeditado con motivo de las celebraciones de 2010.

El álbum fue dedicado al presidente e incluyó 390 fotografías acompañadas de textos para describir cada uno de los lugares seleccionados por el fotógrafo.

Algunos de los edificios que se aprecian en las imágenes en blanco y negro son la Columna del Angel de la Independencia, el Palacio Postal, los monumentos a Colón y Cuauhtémoc, el Hemiciclo a Juárez y el Templo de la Sagrada Familia, entre otros. Asimismo, se observan obras urbanísticas de las nacientes colonias Santa María la Ribera, San Rafael, Cuauhtémoc, Roma y Condesa, y el Paseo de la Reforma, por mencionar sólo algunas. 

Espino Barros también escribió la introducción de su libro. En ese texto explica la situación del país en terrenos como la industria, la cultura y la agricultura, e incluso señala que todo lo anterior era resultado de “la paz y los esfuerzos del gobierno del general Porfirio Díaz”.

México en el Centenario de su Independencia 1810-1910 salió a la luz hace un siglo con un tiraje de dos mil ejemplares. A 100 años de su publicación, el libro conformado por 390 fotografías del país antes de que estallara la Revolución, ha sido reeditado y presentado en su versión facsimilar en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia. 

El volumen ha sido calificado por los historiadores como una herramienta imprescindible para la reflexión y revisión de este periodo. Se trata de una obra que hace un siglo se agotó muy pronto e incluso desapareció tras el movimiento revolucionario, debido a que respondía a una visión porfirista. 

El álbum da constancia del país estable, moderno y rentable que, a principios del siglo XX, Porfirio Díaz quiso presentar al mundo.  

Nueva edición

En este sentido, el libro reeditado por Sip Ediciones exalta, a través de 390 imágenes, las obras arquitectónicas y urbanas que se realizaron hace 100 años durante el Porfiriato y con las cuales se conmemoró el Centenario la Independencia de México, explica Gerardo Moctezuma Barragán, responsable de esta nueva edición. 

El editor resalta la relevancia histórica del libro y expresa que “fue publicado en 1910, justo dos meses antes de que estallara la Revolución. Se agotó muy pronto, pero nunca más se volvió a editar e incluso desapareció porque tenía una visión porfirista y después de la guerra se aborrecía todo lo relacionado a Díaz”.

Desde su punto de vista, “la ausencia de esta obra en las bibliotecas fue un reflejo de la desaparición de México en el Centenario de su Independencia. Es una pena lo que sucedió, porque muestra un amplio panorama de lo que era nuestro país y ahora, en estos tiempos de reflexión y revisión de nuestro pasado, es una herramienta imprescindible”.

Karla Zurián, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), resalta que este álbum “evoca el perfil que tuvieron 24 ciudades de la República Mexicana hace 100 años”. Y es que el fotógrafo poblano también presentó los paisajes y edificaciones de la Ciudad de México que ya no existen, pero que en su momento crearon el imaginario colectivo de la nación.  
“Nunca antes se inauguraron tantos edificios, fueron un centenar de construcciones vanguardistas las que se inauguraron en 1910 y que permitieron mostrar que nuestro país era moderno. De esto y mucho más nos habla este álbum gráfico”, puntualiza la académica.

Para la historiadora del INAH, otro aspecto relevante que se advierte en el libro es el dislate y el despilfarro de recursos en una conmemoración nacional, mientras que el mayor número de habitantes vivía en marginación total. 

Karla Zurián manifiesta que “quizá fue la indignación y coraje ante este derroche lo que creó lazos de identidad entre la población para sumarse a una rebelión en contra del régimen porfirista”. 

Juan Ramón Salinas, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destaca que México en el Centenario de su Independencia fue un parteaguas en 1910 para la fotografía nacional.  


FRASES A DESTACAR

“A principios del siglo XX, todas las imágenes capturadas del país eran de fotógrafos extranjeros. Eugenio Espino dio paso a la fotografía mexicana”
Juan Ramón Salinas, investigador.

“Este álbum evoca el perfil que tuvieron 24 ciudades de la República Mexicana hace 100 años”
Karla Zurián, académica.

• ¿Quién es el artista?

Eugenio Espino Barros (1883-1978) nació en la ciudad de Puebla. Se interesó en la fotografía desde niño y durante sus años de juventud construyó su propia cámara (era de cartón y los lentes eran cristales tomados de un juego de binoculares).

En 1900 recibió la invitación de un fotógrafo estadounidense para sumarse a un proyecto que consistía en recorrer su estado natal y Veracruz retratando a la gente y a las fiestas.

También trabajó en los Ferrocarriles en la Ciudad de México. De esa etapa capturó la representativa postal de los trabajadores de Buenavista.

La vida le llevó a un estudio en la Quinta Avenida de Nueva York y a su regresa a México se dedicó a perfeccionar su equipo. Casi desde entonces se instaló en Monterrey.

Murió a los 95 años de edad y dejó un legado importante de más de tres mil imágenes de México y sus diferentes momentos.  

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