En la recurrente pugna por el periodismo sin adjetivos

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2012).- Mónica González, directora del Centro de Investigación Periodística en Chile (Ciper), es tajante cuando dice que el libro periodístico se ha ido imponiendo por razones obvias, pues se ha vuelto obligatorio escribir una historia para que la entienda la gente.

Durante una charla que la periodista chilena sostuvo con el historiador y también periodista mexicano, Héctor Aguilar Camín, en el Salón 1 de Expo Guadalajara, se presentó el libro El mejor periodismo chileno 2011 (Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2012), publicación que Aguilar Camín festejó por la calidad de los trabajos.

González resaltó que este rosario de trabajos que ahondan en la investigación, y apuestan por historias bien escritas, da como resultado un producto que le permite al ciudadano tener un mapa del país en el que vive.

Explicó que, para realizar el libro, decidieron contar una historia a tres manos hasta urdir una narración que se lee como una novela distinta.

Por su parte, Aguilar Camín afirmó que el periodismo escrito se ha contaminado de una brevedad "empobrecedora" que se transmite de manera inmediata, descontextualizada del hecho que hace a un lado un conocimiento más profundo de lo que está ocurriendo.

Agregó que hay mucho que aprender del periodismo chileno, en donde -como en España- el poder de la radio y la televisión no tiene el mismo peso que en México.

Apuntó que los límites de la ficción y el periodismo están en el pacto que el novelista hace con el lector al responsabilizarse del mundo creado en las páginas de la narración mientras que el periodista responde en su exactitud de lo particular, fundamentación de la información y buena escritura.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI