Jueves, 07 de Noviembre 2024
Cultura | Recopila información de este instrumento en un libro

Eduardo Escoto exhuma la historia del órgano

Escoto recopila información de este instrumento en el libro ''Aires de Guadalajara. Historia del órgano tubular en la capital de Jalisco (CECA, 2013)''

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (23/JUL/2013).- “El órgano es el instrumento musical más grande, más complejo y más costoso; pero también es el reflejo de la sociedad en la que se encuentra”, afirma Eduardo Escoto Robledo, quien durante cuatro años se dio a la tarea de investigar la historia del instrumento musical de viento –desde su llegada en 1556– en Guadalajara.

Dicha labor se recopila en el libro Aires de Guadalajara. Historia del órgano tubular en la capital de Jalisco (CECA, 2013), que se presentará este jueves, a las 20:00 horas, en el Templo de Santa Teresa, ubicado en Morelos 525, en el Centro Histórico tapatío.

Para realizar este trabajo, Escoto fue becario en la categoría de música del Programa de Apoyo a la  Creación y el Desarrollo Artístico del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), y la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ) en la emisión 2008-2009, y del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) en 2012.

La primera intención de la investigación era crear un catálogo que enumerara los órganos existentes en la ciudad, su estado y características, además de realizar una grabación de piezas musicales que –por cierto– está ya incluida en la publicación.

Cuando trataba de armar el marco histórico, el también licenciado en Diseño para la Comunicación Gráfica por la Universidad de Guadalajara (UdeG) se encontró con varios huecos: los autores que abordaban la historia del órgano se repetían a sí mismos y a pesar de que había datos sobre el órgano de la Catedral Metropolitana, ese no fue el primero que llegó a la ciudad.

Al exhumar los datos, se dio cuenta de que el pasado del instrumento era muy rico, aunque lo que hoy se conserva no representa la totalidad del patrimonio organístico que se tuvo en la ciudad.

“El órgano más antiguo que tenemos en la ciudad es el que está instalado en Catedral, de 1893. Tiene 120 años. Para hablar en términos de órganos, 120 años es realmente muy poco. Sí es un instrumento histórico, pero no te habla de una tradición larga, como existen en Puebla, Oaxaca y en la misma Ciudad de México”.

El autor cuenta que los primeros órganos que llegaron a la ciudad, en 1556, eran pequeños, portátiles. Era común que se prestaran para amenizar algunas fiestas en Analco. Los órganos más grandes comenzaron a construirse en el siglo XVII, su momento más importante llega  un siglo después cuando José de Nassarre comienza a ensamblar un par de órganos barrocos para la Catedral.

Actualmente, la ciudad tiene 21 órganos –todos en iglesias– en diferentes estados de conservación, que van desde la ruina hasta un funcionamiento aceptable. Los cinco mejores órganos están en la Catedral Metropolitana y los templos de La Merced, El Carmen, el Santuario de Guadalupe y el Expiatorio.

El autor considera que está resurgiendo el interés por este instrumento entre el público en general y ciertas personas que trabajan y luchan para generar una mayor cultura organística.

Con la publicación, Escoto busca que se valore la historia del instrumento, que se adquieran más, y que se trabaje en su conservación.

La presentación del libro correrá por cuenta de Arturo Camacho, director del CECA; Tomás de Híjar Ornelas, cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara, y el periodista Jaime García Elías.

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