Continúa muestra 'Corazón sagrado' en el Museo Soumaya

CIUDAD DE MÉXICO (28/DIC/2010).- Manifestaciones de amor del virreinato a través de alegorías del Sagrado Corazón de Jesús y María, a través de 110 obras entre óleos, relicarios, mobiliarios, láminas, reliquias, estampas, devocionarios y libros del Centro de Estudios de Historia de México Carso, integran la muestra 'Corazón sagrado'.  

En el Museo Soumaya esta exposición ofrece un mosaico de corazones encarnados, ceñidos con espinas, luminosos, custodiados por las jerarquías angélicas, que aluden todos al martirio redentor de Cristo y a la presencia de la divinidad en el cuerpo humano.  

Desde la antiguedad el corazón se ha considerado centro de la vida, palacio de la voluntad y las pasiones. En el misticismo católico se le considera una habitación para el alma, centro del amor divino, que propicia el culto de los sagrados corazones de Jesús y María.  

Los antiguos mesoamericanos ya daban al corazón un sentido simbólico y ritual. La conquista nos heredó un sincretismo de cosmovisiones, sumando la de los españoles, del siglo XVI al XVII.  

En la Edad Media la veneración a la herida de costado del Hijo del hombre en la cruz fue la primera señal de esta devoción.  

Posteriormente, los escritos de los santos Agustín de Hipona, Gertrudis de Helfta, Matilde de Hackeborn, Teresa de Avila, Bernardo de Claraval y Juan de Eudes, entre otros, inspiraron la devoción; sin embargo, fueron las visiones en el siglo XVII de la monja visitandina Margarita María Alacoque las que promovieron el culto. 

El imaginario novohispano no sólo consagró la producción de corazones henchidos, también integró las visiones y manifestaciones espirituales de diversos santos en alegorías del Barroco sobrio y exuberante y del tránsito al Neoclásico.  

El esta exposición temporal, inaugurada el pasado 23 de diciembre, destacan las pinturas "Alegoría del Sagrado Corazón de Jesús y la Santísima Trinidad", de Fray Miguel de Herrera; "Alegoría del Sagrado Corazón de Jesús", de José de Páez; y "La Virgen de la Luz con un donante", de José Joaquín Magón.  

Se trata de cuatro obras en serie referentes a la alegoría del triunfo de la Iglesia sobre el corazón del hombre arrepentido, que pertenecen a la colección de Daniel Liebsohn, entre otros devotos trabajos de artistas populares y maestros cuyos nombres no han llegado hasta nosotros.  

"Corazón sagrado" se ha presentado en Zacatecas, Nuevo León y Coahuila, hoy en la Ciudad de México continúa su itinerancia para contemplar de corazón a un órgano humano transfigurado a través de la creencia y fe.  

También se pueden visitar las exposiciones temporales: "México 1810-1910-2010" en las salas 3 y 4, que presenta en el contexto de la historia nacional las imágenes para calendario de la imprenta "Galas de México".  

Lo mismo que óleos, fotografías, artes aplicadas, miniaturas, moda, medallas y documentos del Centro de Estudios de Historia de México carso –como el Plan de Iguala, el Plan de Ayala o la primera edición del Himno Nacional–, que son portavoces de 200 años de historia mexicana y de la construcción del ser nacional.  

Una exposición más que alberga el Museo Soumaya es 'Dolores del Río, la encantadora de cámaras', que se integra por fotogramas de películas y 55 imágenes inéditas de los célebres fotógrafos George Hurrell, Luis Márquez, José L. García, Tufik Yazbek, Laszlo Willinger, Irving Chidnoff y Tazio Secchiaroli, entre otros.