Apuestan por hacer libros de calidad

GUADALAJARA, JALISCO (12/AGO/2010).- Como parte de las actividades de la Feria del Libro Independiente que se realiza desde la semana pasada en la librería del Fondo de Cultura Económica (FCE) “José Luis Martínez”, cinco editores se dieron cita en la mesa redonda Edición independiente: alto riesgo, en la que apostaron por la profesionalización del oficio y por hacer “buenos libros y bien hechos”.

En la charla estuvieron Peggy Espinosa (Petra), Felipe Ponce (ediciones Arlequín), Luis Armenta (Mantis), Roberto Rébora (Ditoria) y Avelino Sordo (Rayuela), quienes discutieron tanto los riesgos a los que se enfrenta cada editorial, como la inversión por adquirir una obra, la calidad de los libros independientes, las estrategias de distribución y los convenios; así como las ventajas de contar con la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro y la incorporación de nuevos gadgets, aunque al mercado electrónico de momento prefieren no apostarle.

En un principio los participantes tuvieron que definir si Peggy Espinosa encabeza una editorial independiente, marginal o alternativa. La responsable de Petra señaló que “depende de la edición, del momento. Creo que hay ciclos y entre uno y otro hay muchos cambios, y no porque traiciones tu forma de trabajo, simplemente por las circunstancias, es decir, a veces te pones camiseta roja, negra o blanca y en el fondo sigues con la misma coherencia de la propuesta editorial”.

A este punto de vista se sumó el representante de Rayuela, quien externó que la edición debe hacerse sin adjetivos. “Lo único que hay que hacer es buenos libros y bien hechos, sean independientes, dependientes o lo que sea”.

Sobre los apoyos o convenios que de repente establecen algunos editores independientes con instituciones privadas o gubernamentales, el director del sello tapatío Arlequín, señala que “el Estado debería tratar con igualdad a los grupos independientes, porque es verdad que algunos consorcios tienen cierto poder y resultan favorecidos por compras para bibliotecas en las que excluyen a los grupos pequeños; entonces a mí me interesa que nos reconozcan y que seamos capaces de venderles libros”.

Por su parte, Avelino Sordo expuso que ser independiente no está peleado con hacer alianzas con dependencias públicas, así como con que las bibliotecas adquieran catálogos de los sellos pequeños, y que por defender la libertad editorial se deje de lado la calidad de las publicaciones.
“A mí me preocupan otras cosas, como que escudados en la bibliodiversidad y la independencia se hagan libros mal hechos y que no vale la pena editar. Creo que más bien el trabajo tendría que ser la profesionalización de las editoriales”, dijo el director de Rayuela durante la mesa redonda organizada durante la Feria del Libro Independiente, que concluye el próximo 17 de agosto.

Cuando el tema del precio único saltó sobre la mesa, Felipe Ponce advirtió que “no es la panacea, ni vendrá a resolver los problemas de inmediato, pero con el tiempo la tendencia es que bajen los precios y borrará las diferencias entre vender en un gran espacio o en uno pequeño”.
Por último, acerca del libro electrónico que ahora puede ser leído en gadgets portátiles, todos señalaron que no es un mercado que les interese en estos momentos cubrir, porque “la edición independiente y la lectura de nuestras publicaciones es más romántica, más íntima”.