Amigos y colegas piden rescatar dramaturgia de Luis G. Basurto

CIUDAD DE MÉXICO (17/MAR/2013).- Con una lectura en atril de las obras "Cada quien su vida", "Asesinato de una conciencia" y "El candidato de Dios", amigos y colegas recordaron hoy al dramaturgo mexicano Luis G. Basurto (1920-1990), en la Sala Manuel. M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Bajo la dirección de Gonzalo Valdés Medellín, los narradores y escritores Antonio Monroy, Ginés Cruz, Luis Álvaro Silva, Juan Carlos Sáez, Tania Ruvalcaba, Alfonso Jusa, Erick Tapia, Sofía Cárdenas y Manuel Pavia, rindieron un breve homenaje al periodista, escritor y autor dramático al elogiarlo y recitar un par de sus obras más sobresalientes.

Al respecto, Valdés Medellín pugnó porque se rescate la dramaturgia de Basurto, pues consideró que se trata de un teatro de gran formato que hoy se ha dejado de hacer.

"Tengo fe en que vendrá una voz como ésta que pondrá orden a las cosas", dijo Valdés Medellín al tiempo que recordó a Basurto como un dramaturgo 'envidiado' que cada vez que montaba una de sus obras, resultaban "taquilleras".

"Se trataba de un hombre triunfador, un vanguardista de gran inteligencia, cuya obra transcurrió entre contrastes", rememoró Valdés Medellín.

Sobre "Cada quien su vida", Medellín la calificó como una de las primeras obras de teatro urbanas "que presentan con mucha fidelidad los tipos y prototipos populares de las grandes urbes mexicanas, en específico del Distrito Federal.

En esta puesta en escena se aborda por primera vez el ambiente de cabaret en una obra: transcurre un 31 de diciembre en un antro de pueblo, cuando las prostitutas esperan la llegada de clientes.

"Esta es la obra más famosa de Luis G. Basurto de mediados del siglo XX y que fue un éxito constante durante muchas décadas.

La presentaba en las compañías de teatro más importantes de México. Después fue llevada al cine por Julio Bracho. Esta obra es, en primera instancia, imprescindible en un homenaje al maestro", señaló Medellín.

Consideró que Basurto "rompió cánones y fue muy valiente al tratar temas que nadie abordaba por miedo o prejuicio, o pena social".

También, dijo haber encontrado en el teatro de Basurto por lo menos dos constantes: una visión sociológica muy reveladora de lo que es la sociedad mexicana de los bajos fondos y, por el otro, una piedad humana que lo hace magistral en su desarrollo escénico.

"Luis G. Basurto no sólo fue un dramaturgo comprometido, sino también un notable periodista, pionero de la televisión cultural, hombre de cine, gran impulsor del teatro mexicano con su compañía y, sobre todo, de los dramaturgos de su generación: Rafael Solana, Jorge Ibargüengoitia, Emilio Carballido y Sergio Magaña", señaló.

Tras hacer una breve introducción sobre su legado, el grupo de  narradores dio paso a la lectura de tres de las obras más destacadas del también llamado "El Moliére mexicano", como alguna vez lo nombró el escritor Salvador Novo.

En el acto, también se leyó una entrevista hecha por Gonzalo Valdés Medellín a Basurto publicada en 1986 en el libro Teatro de Luis G. Basurto, en la que este habla no sólo de su época más exitosa como dramaturgo con "El candidato de Dios", sino también de sus inicios, al conocer a personas que admiraba como Virginia Fábregas y sus vivencias de niño.