Con el uso diario de los teléfonos móviles, la acción de conectarlos a la corriente eléctrica se ha vuelto una costumbre automática para la mayoría de los usuarios. No obstante, una práctica común al momento de cargar el equipo (dejar la funda colocada) podría estar generando consecuencias no deseadas para la vida útil del dispositivo sin que muchos lo adviertan.Las baterías de los teléfonos inteligentes, en su mayoría de ion de litio, funcionan de manera óptima dentro de un rango específico de temperatura, generalmente entre los 0 °C y 35 °C. Cuando se superan estos límites térmicos, aunque sea por lapsos breves, puede producirse una pérdida de eficiencia en la carga e incluso una reducción de la capacidad energética.Durante el proceso de carga, es natural que el teléfono eleve su temperatura. Sin embargo, cuando este calor queda atrapado (como ocurre al mantener el celular dentro de una funda), el sobrecalentamiento puede agravarse. Materiales como el caucho o la silicona, presentes en muchas carcasas protectoras, impiden que el calor se disipe adecuadamente. Así lo advierte AVG, una firma reconocida en ciberseguridad y tecnología.Este aislamiento térmico prolongado incrementa el riesgo de deterioro prematuro de la batería, reduciendo su capacidad de almacenamiento y, en casos extremos, causando fallos internos que afectan la seguridad y el funcionamiento del dispositivo.Un ciclo completo de carga se contabiliza cada vez que se consume el 100% de la energía de la batería, aunque no necesariamente en un solo uso. Por ejemplo, cargar un teléfono del 40% al 90% en distintas ocasiones puede equivaler a un solo ciclo. Las baterías modernas soportan entre 500 y 1000 ciclos antes de empezar a degradarse visiblemente.Aunque dispositivos como el iPhone 14 Pro han incorporado mejoras para gestionar mejor estos ciclos, ningún modelo está completamente protegido contra los efectos del sobrecalentamiento o las prácticas inadecuadas de carga. Según varios estudios de fabricantes y laboratorios independientes, la acumulación de calor y la sobrecarga siguen siendo factores clave en la degradación acelerada de las baterías.Ante este panorama, los especialistas sugieren implementar algunos hábitos sencillos para maximizar la vida útil de la batería y preservar el buen estado del teléfono:Si bien las fundas son útiles para proteger el dispositivo de golpes y rayones, también pueden convertirse en un obstáculo si se utilizan durante la carga. Los smartphones, pese a sus capacidades tecnológicas, aún dependen de componentes delicados como la batería. La forma en la que se cuida ese componente tiene un impacto directo en su desempeño y durabilidad.Acciones simples, como retirar la funda antes de enchufar el teléfono, pueden marcar una diferencia significativa. A veces, los pequeños detalles son los que prolongan (o acortan) la vida de nuestros dispositivos tecnológicos.BB