Sábado, 18 de Mayo 2024

Némesis

"El único objetivo en su mirada era yo; eso estaba más que claro"

Por: Isaack de Loza

En RE3 te topas con un enemigo fastidioso que no te dará respiro. ESPECIAL

En RE3 te topas con un enemigo fastidioso que no te dará respiro. ESPECIAL

El tipo es una pesadilla. Una horrible pesadilla de la que no es posible despertar.

Ha saltado desde una azotea y así, con su inmensa figura, se incorporó de inmediato.

Dio siete pasos y atacó. El único objetivo en su mirada era yo; eso estaba más que claro.

Escuché con claridad el crujir mis costillas cuando estrelló su puño gigante en mi estómago. Me arrojó por los aires y, con una agilidad que no comprendo, volvió a arrastrarme hacia su dirección. Tragué tierra y raspé mi cara en el asfalto mientras luchaba por recuperar el aire y no desmayar. 

Él, en cambio, se divertía en silencio. Sólo quería tenerme en sus pies para mostrarme su tétrica y horrible sonrisa. 

Alzó su bota y la dejó caer con dirección a mi cabeza, así que por instinto me giré hacia un lado para tratar de escapar. Aturdido y sofocado, logré levantarme y correr. 

Él me permitió vagar entre calles repletas de autos varados y sombras vacilantes; me hizo creer que estaba seguro entre callejones en penumbra; entre cuerpos descompuestos; entre gemidos apagados.

Tan inocente. Tan idiota. 

Las pulsaciones en el cuello, la ciudad deshecha, el sonido de sus pasos. Sobre todo el sonido de sus pasos. Él me venció desde que cayó del cielo y se irguió. Lo siguiente fue sólo para fracturar mi mente. Y lo hizo, porque llegado a este punto vacilo incluso más que las sombras que siempre trataron de alcanzarme el cuello.

Sólo tenía 15 minutos frente a la consola y la zozobra que creí haber superado a finales de los 90 regresó. Peor aún: empeoró. Némesis es una pesadilla. Una horrible pesadilla.

La versión reconstruida de Resident Evil 3 (o bien, Resident Evil 3 Remake) que Capcom recientemente lanzó al mercado, es una cadena de angustias que inicia en cuanto te topas por vez primera contra el antagonista central: Némesis.

Un videojuego cuya trama gira en torno a un virus y una ciudad devastada no tendría un peor momento para salir al mercado que durante una pandemia, como la actual. Pero Capcom decidió vendernos esta nueva reconstrucción de su saga emblema pese a la contingencia y se anotó un golazo.

Porque no vendió aire. Todo en el Resident Evil 3 Remake (RE3) es satisfactorio; incluso el acoso de tu adversario principal.

El tutorial es básico. Apunta a la cabeza del zombie que se acerca erráticamente, atina tres veces y derríbalo. Camina hacia el siguiente y repite la dosis. ¿Te quedas sin munición? No hay problema: vas a hallar por montones. ¿A poco hay felicidad en pleno brote viral? Pues sí… hasta que Némesis entra a escena.

A partir de allí, tu protagonista, Jill Valentine (y tú, en consecuencia), va a sufrir. No sólo va a brincar del susto en cada aparición espontánea del gigante de gabardina; va a sufrir en serio.

Porque en 70% del juego lo vas a escuchar venir. La cercanía de sus pasos, la extrema brutalidad que muestra al alcanzarte y el hecho de que es prácticamente imbatible son elementos que van a jugar en contra tuya. Ni Mr. X (el arma bio-orgánica de Resident Evil 2 Remake) fue tan incómodo como lo es Némesis.

En el apartado gráfico, Capcom de nuevo muestra el músculo. Las expresiones faciales de los personajes son tan apegadas a la realidad que por momentos olvidarás que estás en un videojuego. Y la ciudad tiene tanta atención al detalle que ocasionalmente serás alcanzado por un zombie que creías abatido, sólo por detenerte a admirar los detalles en tu regreso a Raccoon City.

Y no es que la versión reconstruida de Resident Evil 2 haya fallado en imagen, pero en RE3 hay más escenarios por ver y más texturas por admirar. Hay un enemigo fastidioso que no te dará respiro y, en general, mucha más acción que su predecesor.

Eso último no significa que el factor de horror y supervivencia se haya descuidado, pero sí es muy notable que la entrega tres apostó por llevar un ritmo más acelerado y con elementos de acción. Los acertijos, por ejemplo, son menos y mucho más simples. 

Los controles son fieles y cómodos, la dificultad media es —pese a Némesis— muy aceptable y el guion permite aprovechar muchísimo a personajes que en la entrega original se habían descuidado, como sucede con Carlos Oliveira, a quien incluso podrás dirigir por la Comisaría de Raccoon City en una sección del juego.

Hay nuevos enemigos (spoiler: ranas mutadas) y otros que regresan, como los Lickers y los Hunters. El modelado en los zombies también tiene un repertorio más amplio y, pese a ser los más torpes del juego, te verás en serios problemas si entras a un cuarto repleto de ellos. 

Y evidentemente, es imposible sacar de la fórmula los muy constantes encuentros que tendrás con Némesis, que pese a todo son muy variados y completamente disfrutables. 

En suma, y jugando en contra de toda lógica, Resident Evil 3 Remake nos da razones para tratar de evadirnos de una realidad que nos obliga a permanecer en casa por causa de una pandemia, con un brote viral en una ciudad condenada. 

El nuevo hijo de Capcom le ofrece al jugador un villano que los amantes de la saga siempre hemos respetado. Nos da un ejemplo de reconstrucción en la historia que llena ciertos vacíos de antes y pone en un plano muy alto los estándares de calidad en los videojuegos de este género.

Y que venga ahora la reconstrucción del RE4.

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