Jueves, 25 de Abril 2024

Tonalá, la cuna alfarera

Descubre uno de los rincones con mayor magia, encanto, cultura e historias con los que cuenta el Estado de Jalisco

Por: Francisco González

Por las noches, en el centro del lugar, se venden deliciosos antojitos y es punto de encuentro para los vecinos de la zona. ESPECIAL / J. Monroy

Por las noches, en el centro del lugar, se venden deliciosos antojitos y es punto de encuentro para los vecinos de la zona. ESPECIAL / J. Monroy

Hogar de artistas con un talento inagotable. Espacio donde las ideas nacen y evolucionan de forma constante. Rincón colorido donde las tradiciones encuentran siempre nuevas expresiones. Cuna de tesoros y detalles. Las etiquetas podrían seguir y seguir, pero una palabra bastará para unirlas a todas: Tonalá.

El primer requisito de todo viaje es tener ganas de hacerlo. No siempre es necesario subirse a un avión o andar durante horas en un autobús por alguna carretera. A veces el destino que puede sorprendernos se encuentra mucho más cerca de lo que imaginamos. ¿No lo crees? ¿Hace cuánto tiempo no te das un respiro y exploras la Zona Metropolitana de Guadalajara con los ojos frescos? Sin prisa, sin urgencia, sin empacar. Solamente por el gusto de descubrir los encantos que posee.

La invitación que te hace PASAPORTE es que recorras la cabecera del municipio tonalteca con calma. Explora sus tiendas de artesanías, entra en sus templos, prueba su comida y aprecia los detalles que hechizan a los turistas, esos que están siempre presentes, pero son poco visibles para quienes llevan demasiada prisa en el alma.

Comencemos por la plaza principal, conocida desde 1999 como Cihualpilli (en honor a la reina indígena del mismo nombre, que cuenta en el lugar con una estatua). Por las noches aquí se venden deliciosos antojitos y es punto de encuentro para los vecinos de la zona.

Bulliciosa y siempre con actividad, destaca que a uno de sus costados se levanta el hermoso Santuario del Sagrado Corazón, con su arquitectura neogótica en el exterior que le dan un aspecto tan peculiar. Fue terminado en su totalidad en 1901, sobre lo que era el Antiguo Hospital de la Virgen de la Soledad.

Si entramos en él, descubriremos una hermosa arquitectura estilo renacentista en su interior, con 12 columnas esbeltas y majestuosas con capiteles corintios. Es sin duda, una de las joyas más preciosas con las que cuenta nuestro Estado.

¡Ah!, pero para joyas, el Palacio Municipal. Su interior (escaleras, pasillo superior y el patio principal) es una auténtica galería con murales y piezas de artesanos tonaltecas, donde se plasma la maestría, pasión y amor de sus habitantes por la creación.

Entre historia te veas

Caminando por el Centro de Tonalá encontraremos varios locales y talleres con venta de artesanías con excelentes precios y de gran calidad. A eso se suma una gran presencia de turistas -tanto mexicanos como internacionales-, que llegan atraídos por la calidad y variedad de los productos de barro en sus distintas técnicas que por aquí se venden.

Esta maestría en el uso del barro se ha perfeccionado a lo largo de generaciones. Para entenderlo, podemos darnos una vuelta por el Museo Nacional de Cerámica (Constitución 104). Abierto en 1985 y continuamente remodelado, en sus nueve salas permanentes podemos admirar más de 1300 piezas de cerámica artesanal, la mayoría de Tonalá, aunque hay de otras partes de nuestro país.

El pasado 3 de mayo se celebró el Día de la Santa Cruz, y en Tonalá esto marca el inicio de una serie de procesiones a través de sus barrios céntricos más tradicionales. Por las noches, estas expresiones se transforman en auténticas verbenas, con la presencia de gastronomía regional y pirotecnia.

Si deseas marcarlo en tu calendario, también vale la pena que te des una vuelta el próximo 25 de julio, cuando se celebra la fiesta patronal en honor al Santo Santiago, con la presencia de danzas tastoanes y matachines. ¡Esto es un imperdible!

Las técnicas del barro

  • Barro bruñido: La pieza obtiene su brillo al tallarla con un metal llamado pirita. Es una técnica que se ha desarrollado desde la época prehispánica, por lo que se le considera “madre” de otras.
  • Barro canelo o loza de olor: Se le llama “canelo”  por los colores que toma la pieza, como si fuera canela. Lo de “loza de olor” es porque al contacto con el agua desprende un olor a tierra mojada.
  • Barro petatillo: Se le llama así por las finas líneas entrecruzadas, simulando un petate. Es altamente apreciada a nivel internacional.

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