La aventura te llama, como una campana que suena en el corazón. Las ganas de descubrirte en horizontes distintos es cada vez más grande. ¿Qué te parece si hacemos las maletas y nos vamos a los Países Bajos? A esa nación que conocimos con el nombre de Holanda y que hoy es el objeto de deseo para miles de aventureros.Pero una gran travesía amerita salirse de lo común. Y lo común cuando se planea un viaje a esta nación es visitar Ámsterdam, Alkmaar o Harlem. Hermosos destinos, sin duda. Pero… ¿por qué no hacer algo diferente a lo que las guías de viaje nos dicen? Nuestra propuesta es conocer un rincón tan encantador como mágico. Uno que mezcla lo fascinante de la actualidad con lo más clásico de la historia. Nuestra propuesta es descubrir Hoorn.Enclavada al Norte de los Países Bajos y con una historia conectada eternamente al comercio y al agua, Hoorn combina la arquitectura de su Centro Histórico (algunos edificios tienen hasta 400 años), con una riquísima vida cultural y una gastronomía fascinante. Entre sus sinuosas calles y céntricas plazas encontrarás sorpresas que tocarán tú corazón.Bien conectada con el resto del país, la ciudad se encuentra a las orillas del lago Ijssel y a unos 45 minutos de Ámsterdam en coche (también es posible llegar en tren y transporte público). Al estar tan cerca del agua condiciona el clima de Hoorn, que por estas fechas es sumamente agradable. Salir a pasear temprano por la ciudad y sus alrededores es garantía de encontrarse con hermosas postales.¿Qué te parece si comenzamos con la aventura?Un punto imperdible de Hoorn es la histórica plaza Roode Steen, con sus altos edificios, monumentos e iglesias del siglo XVII, sus fachadas bellamente decoradas son un silencioso testimonio de la espectacular riqueza que alguna vez acumuló esta urbe. Disfruta de un paseo por su puerto, siempre en movimiento. Te permitirá imaginar cómo lucía en aquellos años de descubrimientos y aventuras, ya que desde aquí partían las exploraciones que intrépidos holandeses hicieron para abrir mercados en América y Asia.La Roode Steen, en el corazón de la metrópoli, es también un punto perfecto para salir de compras (ya sabes, el infaltable souvenir de todo viaje), y también para disfrutar de una buena cena en alguna terraza o alguna bella lectura en las cafeterías con las que cuenta la ciudad (¡no olvides llevar tu sección PASAPORTE!). Por encima de todo, Hoorn es una urbe altamente disfrutable a pie, así que el calzado cómodo es indispensable para sacarle provecho a esta ciudad.Otro infaltable es el Westfriesmuseum (a un costado de la plaza Roode Steen). Este museo deposita los mayores tesoros que consiguió la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales desde el siglo XVI al XIX. También cuenta con pinturas y monedas de plata de colección.Los Países Bajos se distinguen por sus magníficos quesos, corazón de su gastronomía, y en Hoorn podrás disfrutar de excelentes ejemplos de ellos.A precio moderado, un rinconcito acogedor para comer es el Restaurant De Hoofdtoren (calle Hoofd 2). Cocina neerlandesa, con toques de mariscos pero opciones muy europeas en el menú. Tiene una excelente vista de la ciudad y su puerto, así como una carta que te permitirá disfrutar de unos arenques deliciosos, tartas, crepas y claro, vinos.Si lo que quieres es una cena de etiqueta, entonces visita Lucas Rive (calle Oude Doelenkade 7). Su carta de camarones, foie gras, pollo y las salsas con la que los preparan los tienen convertidos en uno de los lugares con mayor demanda en esa ciudad. Entre sus postres destaca un puré de chocolate que está delicioso.La mejor manera de llegar a Hoorn es desde Ámsterdam. Ojo, que si decides rentar un coche, hay una tarifa especial por estacionarte en el Centro de la ciudad y solamente puedes hacerlo por dos horas. ¡Verifica la vigencia de tu pasaporte si decides viajar a Europa!
